Opinión

Los lamines y cubarsis ponen nervioso a Florentino

Lamine Yamal tiene a la afición de Montjuïc a sus pies

Lamine Yamal tiene a la afición de Montjuïc a sus pies / Valentí Enrich

El espectáculo futbolístico que está dando el Barça en los últimos partidos está causando un nerviosismo fuera de lo común en el Madrid de Florentino. Y digo de Florentino porque la reacción que ha tenido el club a raíz del arbitraje contra el Español es desproporcionada e inadmisible. La acusación de manipulación y adulteración no parece admisible de un club que presume de señorío y no se corresponde con el prudente silencio de sus futbolistas.

A todo eso, la durísima carta firmada por el secretario de la junta directiva blanca puede provocar una peligrosa crispación en los terrenos de juego. Sin ir más lejos, este próximo sábado se juega un decisivo derbi en el Bernabéu que estará marcado por esta polémica. Ni nos gustaba cuando algunos presidentes del Barça se excusaban de los malos resultados aludiendo a una ‘mano negra’, ni nos parece de recibo la grave acusación pública de Florentino y su junta.

Suerte de los entrenadores y los futbolistas porque la imagen que están transmitiendo buena parte de los dirigentes del futbol español en estos últimos años es lamentable. Ayer, por la mañana, empezó el juicio por la despreciable actuación que tuvo el entonces de la Federación Española, Luis Rubiales, minutos después que la Selección Español se proclamara campeona del mundo. Horas después, por la tarde, el cruce de comunicados entre el Madrid, la Liga y la Federación se sumaron a un triste espectáculo retransmitido en directo. El problema es que no hay nadie capacitado en este país para frenar este desaguisado. La guerra política entre el PP y el PSOE hace que nadie tenga la autoridad suficiente para tomar cartas en el asunto y así impedir que la cosa vaya a mayores.

Pues sí, en la capital andan muy nerviosos. Nada de eso hubiera sucedido si la joven banda de Lamine Yamal y Pau Cubarsí no estuviera destacando más que Vinicius y Mbappé. En fin, que cuatro chavales de la cantera han sacado de quicio al ser superior.