LaLiga Impulso, ¿y ahora qué?

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, en el World Football Summit

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, en el World Football Summit / EFE

Marc Menchén

Marc Menchén

No nos equivocamos al decir que la asamblea de LaLiga de este viernes pasa al podio de fechas clave para la historia del fútbol español. La primera hay que remontarse a 2012 con la aprobación de las normas de control económico, sin las que sería imposible entender el saneamiento de la competición. La segunda es el 14 de mayo de 2015, cuando el Congreso aprobó el Real Decreto-Ley que imponía la comercialización conjunta de los derechos de televisión. Y ahora llega el 10 de diciembre de 2021, con la entrada de CVC en el negocio comercial y audiovisual de los clubes. Un total de 1.994 millones de euros que entrarán gradualmente en busca de ese nuevo salto del fútbol profesional.

Eso sí, la bondad del denominado LaLiga Impulso dependerá de la capacidad que tengan los clubes en saber dar un buen uso a esos fondos. No es extraño que la gestora que preside Javier Tebas haya creado una oficina específica que tutelará el proceso y validará cada euro que se gasta, pero sobre todo que ya desde el minuto uno se haya dejado claro a qué se puede destinar el dinero: sólo 15% a plantilla deportiva, otro 15% a refinanciar deuda y un 70% a infraestructuras e inversión en personal y servicios para crecer. De lo contrario, hoy nos encontraríamos que todo ese dinero podría fundirse en una sola ventana de traspasos.

Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club -ayer se les sumó la UD Ibiza- han rechazado de plano la entrada de CVC y cuestionado que esa sea la solución a los retos que hay por delante. Y tendrán razón si sus compañeros de viaje no escogen bien en qué invertir. De momento se habla de muchas remodelaciones de estadios, construcciones de ciudades deportivas y nuevos negocios. Pero sería importante no olvidar que hoy continúa existiendo un déficit de talento en las estructuras organizativas, con muy poco músculo de personal si se compara con sus rivales de la Premier League o la Bundesliga.

El deporte, y muy especialmente el fútbol, se ha acostumbrado durante mucho tiempo a únicamente despachar a una audiencia cautiva, que era su afición local. En un mundo global, pero sobre todo digital e inundado de ofertas de entretenimiento, este es el momento de cambiar de chip y pasar a un enfoque de vendedor, tanto para los fans como para los patrocinadores. Sólo así, dentro de diez años, podrá decirse que la entrada de CVC tuvo sentido. De lo contrario, se dará la razón a los críticos que dicen que esto es una huida hacia adelante y una estratagema de Tebas. Y en eso, lo que sí hay que valorarle es que, de algún modo, ha blindado el futuro de LaLiga por medio siglo más.