La vida ha cambiado; Messi, no

Messi celebra su gol con Suárez

Messi celebra su gol con Suárez / EFE

Rubén Uría

Rubén Uría

DESATASCADOR CHILENO

Metió la cabeza donde otros no meten el pie y tardó 66 segundos en marcar en Mallorca. Arturo Vidal, al que los puristas siguen negando, no encaja en el ADN Barça de pase y asociación, es un hecho. También lo es que el chileno, a pesar de ser un jugador contracultural en el ecosistema azulgrana, fue titular con Conte, con Valverde y ahora con Setién. Y antes, con Guardiola. Algo tendrá el agua cuando la bendice. Es efectivo y no efectista. Tiene gen ganador, jerarquía y llegada. Es legítimo que exista debate sobre su estilo, pero los números se discuten. Vidal lleva siete goles en nueve remates. Eso no lo resiste ningún debate.  

LA VIDA HA CAMBIADO; MESSI, NO

Volvió LaLiga el jueves. Y el sábado, cuando Messi pisó el césped, volvió el fútbol. Mientras el mundo se obliga a asumir la convivencia con la “nueva normalidad”, el crack argentino nos demuestra que su normalidad particular no se ha alterado. Anotó un tanto, repartió dos asistencias y lideró, como siempre, al equipo. Lleva 12 años consecutivos marcando, como mínimo, 20 goles en Liga. Está a 15 goles de batir la marca legendaria de Pelé, busca su séptimo ‘Pichichi’ para rebasar al mítico Zarra, que sería el cuarto premio consecutivo, igualando a Hugo. La vida ha cambiado, pero Messi no. Él es un virus. El de la genialidad.

RÉPLICA BLANCA

Tras la goleada del Barça en Mallorca, el Madrid debía dar réplica. Y no fue la más brillante del mundo, pero sí eficaz. El equipo de Zidane puso tierra de por medio en el primer acto: Kroos, milimétrico, la puso en el ángulo; Ramos golpeó después y Marcelo facturó el tercero con belleza. Luego, rodilla en tierra y puño en alto. Momento #BlackLivesMatter. Un gesto contra el racismo y un homenaje a George Floyd. Al fin y al cabo, hay cosas mucho más importantes que el fútbol. Los de Mendilíbar, tan valientes para jugar en campo contrario como ingenuos de cara a portería, no pudieron ser oposición. Entre otras cosas, porque su majestad Kroos iba con los de blanco.