Así ha seducido Koeman a Messi

Ronald Koeman, satisfecho por una nueva victoria

Ronald Koeman, satisfecho por una nueva victoria

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Estaba cantado que ya no solo la reconstrucción del Barça, sino cualquier tipo de recuperación era, y es, imposible sin la figura de Messi. Miren, en un Barça abocado a un cambio de ciclo y claramente condicionado por la crisis económica solo rearmarse alrededor de un elemento sólido podía tener éxito. Afortunadamente, el Barça tenía, y tiene, al mejor elemento vertebrador posible: el mejor futbolista de todos los tiempos, Leo Messi. Eso, para su fortuna, pues para su desgracia ocurrió que Messi quiso irse del club, desengañado con los que mandaban y desconfiado sobre la posibilidad de que le hicieran un equipo en el que sentirse a gusto. Al contrario, le separaron de Suárez, su mejor amigo y socio futbolístico, y no le trajeron a nadie. Por lo menos, no le trajeron a nadie ilusionante en primera instancia...hasta que descubrimos a Pedri. 

LEO VUELVE A SOÑAR

Por ahí se perdieron unos meses preciosos. El nuevo entrenador vino con un nuevo sistema y su primera intención fue recuperar a Coutinho y Griezmann. No funcionó porque con el equipo partido y Messi encorsetado por compañeros que le estorbaban, ni se ganaba ni se recuperaba a Leo. La irrupción de Pedri fue mano de santo; de pronto, Messi se encontraba con otro Iniesta a su lado. Y ya cuando Koeman se dio cuenta de que había que volver al 4-3-3 con Leo de falso nueve y Pedri y De Jong ejerciendo de Iniesta y Xavi, se ha hecho la luz.

Ahora el Barça vuelve a dominar el centro del campo porque ya no está en inferioridad numérica, Messi tiene libertad y espacio, De Jong mira hacia adelante con calidad y Pedri... Pedri es tan bueno que ni hace falta decirle cómo tiene que jugar ni por dónde ha de moverse para conectar con Messi. Si a eso unimos la recuperación de Dembélé, ya tenemos la receta mágica. Incluso en esta fluidez natural del juego Griezmann irá a más y Busquets ha rejuvenecido unos cuantos años. Así ha seducido Koeman a Messi, que ya sin agua sucia en la cabeza incluso acepta entrar en rotaciones y disfruta, golea y sueña... Sueña con ser de nuevo campeón con el Barça, ya no con irse al final de temporada. Y eso es casi mejor que ganar títulos, señores. 

La clave: el entrenador ha encontrado el sistema para hacer de nuevo feliz a Leo.