Koeman, el mejor defensor de Messi

Koeman defiende a Messi de los ataques externos. No podía ser de otra forma. El entrenador holandés conoce perfectamente el valor futbolístico del crack argentino. Y no se deja engatusar por un video en el que se le ve andando durante unos segundos por el campo. Como si estos videos no fueran una burda manipulación de la realidad... Además, Koeman no quiere a Messi para que presione como un loco (que también lo hace cuando toca) sino para que marque diferencias en ataque.

Que Messi lleve una mala racha goleadora (solo ha anotado 4 tantos, 1 en la Liga y 3 en la Champions, y todos de penalti) es circunstancial. Por mucho que algunos quieran disfrazarlo de crisis, no lo es. Está claro que el Barça se resiente si Messi no marca (no en vano es el máximo goleador de la historia del club), pero Messi aporta mucho más que goles al equipo. Y Koeman, por supuesto, lo sabe. Y no caerá jamás en la trampa de criticar en público al crack argentino. Al contrario.

Defensa a ultranza de su estrella 24 horas antes de un partido que el Barça tiene que ganar sí o sí. Ante el Betis solo vale la victoria después de sumar 2 puntos de 12 en los últimos cuatro partidos de Liga. El triunfo es obligado para cambiar esta peligrosa dinámica y para afrontar con calma el largo parón que se avecina por culpa de los partidos de selecciones. El proyecto de Koeman está creciendo y necesita alimentarse de victorias. Y con rapidez.

Y mientras tanto, comienza el baile de fichajes electorales. Víctor Font abrió ayer el fuego con una incorporación de impacto: Toni Nadal. El tío y exentrenador de Rafa Nadal (y hermano del exjugador blaugrana Miquel Àngel Nadal) es el primer directivo que presenta el líder de ‘Sí al Futur’. Nadal, que en caso de victoria sería el responsable del área de formación del comportamiento de los deportistas y del área institucional, es un fichaje mediático pero también de prestigio. Porque define muy bien qué proyecto tiene el precandidato para el Barça: rodearse de los mejores. Y Toni Nadal, por supuesto, lo es.