Koeman se hace el harakiri

Koeman se hace el harakiri

Koeman en el partido contra el Levante

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El Barça tiró la Liga en el campo del Levante. Así de claro. No hay perdón. Un equipo que quiere ser campeón no puede dejarse empatar cuando se va al descanso con dos goles de ventaja. No puede bajo ningún concepto, pero muchísimo menos aún si el rival ya no se juega nada en el campeonato y es un equipo de media tabla que está en horas bajas. Un equipo con Messi, Griezmann y Dembélé. Y Busquets y De Jong. Y Piqué y Alba... ¡No, no, no y mil veces no! Repito, no tienen perdón. Y el entrenador, tampoco. El entrenador la lió con un cambio que nadie entendió, los primeros sus jugadores. Hay una máxima, no solo en el fútbol, sino en la vida: lo que funciona, no lo toques. Y Koeman lo tocó. Sí, Araujo se fue al vestuario renqueante, pero en vez de cambiar jugador por jugador, que para eso tenía a Mingueza, puso a Sergi Roberto y no me pregunten porqué, si acaso eso lo tiene que explicar Koeman, el equipo se rompió. El primer cuarto de hora de la segunda parte fue desastroso y el Levante empató en dos minutos. Y esta vez no sirvió, como en Villarreal y Valencia, que Dembélé pusiera rápidamente al Barça de nuevo por delante, ya que el equipo siguió dormido, jugando con fuego hasta que se quemó con el tercer tanto levantinista. 

TOCA REVOLUCIÓN. Salvo doble milagro Atlético y Madrid mediante,  ya nos podemos olvidar de esta Liga. Los números aún no han sentenciado al Barça, pero su juego, sí. Es momento de pedir responsabilidades y me temo que el primero que aquí va a palmar será el entrenador. Si ya Laporta se había cuidado muy mucho de confirmarle públicamente, después de este fiasco Koeman lo tiene muy crudo. Ayer Koeman se hizo el harakiri. Estaba en el punto de mira y se pegó un tiro, ya no en el pie, sino en un órgano diría que vital. Todas las dudas que se cernían sobre él han pasado a convertirse en argumentos en su contra. Pero eso sí, que nadie se engañe, el problema no es solo de entrenador. Aquí hay muchos jugadores que no pueden seguir, de hecho ya no deberían haber seguido después del fracaso de la pasada temporada. Ahora sí que sí, la revolución no se puede aplazar.