Koeman y el fin de la burbuja del fútbol

Koeman confirmó que plantea un cambio de sistema

Koeman confirmó que plantea un cambio de sistema / EFE

Albert Sáez

Albert Sáez

Koeman debutó sin los fichajes que el Barça necesita. Pero hizo algunas declaraciones de principios. Las bajas serán bajas pase lo que pase: ni Luis Suárez ni Arturo Vidal entraron en la convocatoria. Y Messi es imprescindible (reelegido capitán para despejar dudas), aunque lleve menos de una semana entrenando. La pelota circula rápido, no es un gran mérito ante un rival como el Nàstic, pero sí lo es a estas alturas de temporada. Más meritorio es que la delantera presione en un amistoso de pretemporada como no lo hizo en Lisboa.

Buenas sensaciones. Ante la falta de fichajes, Koeman presenta como una gran novedad el regreso al estilo del Barça, en crisis desde el despido de Ernesto Valverde. Se nota que conoce la casa y el momento psicológico de la culerada. Ante los grandes desastres, volver a las esencias, sin dudas ni debates. Ese puede ser el camino de la redención del Barça. Andamos tan ensimismados con los problemas domésticos, en esa pugna entre Bartomeu Messi, que no analizamos el contexto en el que se producen las penalidades del Barça.

El martes supimos que los clubes que forman parte de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) han palmado 4.000 millones en ingresos durante la crisis del covid. Al Barça le ha menguado el presupuesto en más de 200 millones de euros. En esa coyuntura, es lógico que ningún club haya ni siquiera pujado en público por el mejor jugador del mundo. Y también explica que la única manera de afrontar la limpieza que exigen Koeman y las arcas del club se haga a precio de saldo.

La burbuja económica en la que ha vivido el fútbol, incluso durante la crisis financiera del 2008, ha reventado por el coronavirus. El Barça no puede tampoco pujar por los jugadores que necesita. El mercado está cerrado. El maná de los derechos de televisión está en peligro de desaparecer porque la vitamina de la pasión se pierde con los estadios vacíos. Messi Barto son víctimas, también, del momento.