Koeman cavó su tumba en Lisboa

Koeman, cariacontecido

Koeman, cariacontecido / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Otro 3-0. Otra humillación. Otra vez las miserias del equipo y del banquillo expuestas cruelmente ante toda Europa, que es lo mismo que decir ante todo el mundo. Otra vez el prestigio del Barça por los suelos. Ya cualquiera le pierde el respeto, ya cualquiera le pinta la cara. Y lo peor es que Koeman no aprendió nada de la derrota ante el Bayern. Mismo equipo con el único cambio de Dest por el lesionado Alba y mismo desastre. Mismo sistema, cinco defensas, tres centrales, e idéntica incapacidad para elaborar fútbol y crear ocasiones de gol.

De lo jóvenes, nada más allá del regreso de Pedri, que fue el único con algo de ideas. Todo lo demás, una calamidad desde Ter Stegen, que se tragó el primer gol por su palo y se marcó una salida al bar de la esquina que no terminó en gol gracias al poste, hasta Luuk de Jong, que falló todo lo que tocó.

DESASTRE TOTAL

Este Barça es una caricatura de equipo, pero me niego a aceptar que esta plantilla sea tan mala como para no dar tres pases seguidos y no chutar entre los tres palos. Cuando este ocurre repetidamente, cuando el desorden táctico lo condiciona todo, hay un culpable claro y no es otro que el entrenador. Sigo pensando que Koeman no gana un solo partido desde el banquillo, que cuando el rival se adelanta no sabe cómo reaccionar.

Lo de ayer fue palmario. Sistema 3-5-2 y gol en contra a los tres minutos. Sin reacción, a la media hora se carga un central, Piqué, que ya llevaba una tarjeta, para poner a Gavi pero, ¡oh, sorpresa!, no cambia el dibujo. De Jong de central, con lo que Pedri se queda solo en la línea de creación. Error. Y luego, no movió ficha hasta el minuto 68. Nico, Coutinho y Ansu Fati. No sirvió para nada, porque en el desajuste de los cambios llegó el segundo gol portugués.

El tercero fue la puntilla. Koeman cavó su tumba con la alineación, con el sistema y con el cambio de Piqué que significa señalarle ante todo el mundo. Con el peor Barça en la Champions en veinte años, con cero puntos de seis, con cero goles a favor y seis en contra, con el presidente en contra y ahora también el vestuario, Koeman no puede seguir.