Koeman, en busca del equilibrio perdido

Es la Juve, es la Champions. O sea, otro partido de los grandes. Un partido que exige que Koeman acierte en sus decisiones, en todas, en la alineación, en el sistema y en los cambios, algo que no puede decirse que haya logrado en los últimos tres encuentros de Liga. El entrenador lo tuvo claro al principio de la competición. Equipo base y 4-2-3-1, con Messi de falso nueve. Pero con el primer pinchazo, en casa contra el Sevilla, llegaron las primeras dudas. En Getafe, Griezmann de delantero centro y Messi por detrás. Frente al Madrid, Griezmann en el banquillo y Ansu Fati en punta. A todo eso, poca bola para Dembélé después de que en Getafe fuera titular. Y más protagonismo para Pedri, triunfador en la Champions y de inicio contra el Madrid. Es decir, que de medio campo para arriba ha ido rotando, probando e intercambiando a todos, incluso a Messi, en busca de un rendimiento satisfactorio que no acaba de llegar.

OPCIONES Y CAMBIOS. 

Hoy, en Turín, se abre el frente de ataque con la baja de Coutinho. Koeman tiene muchas opciones. Es de suponer que juegue Griezmann, pues lo contrario sería ya ejecutarle definitivamente y sin anestesia. Y es probable que piense en Pjanic, o Sergi Roberto, en lugar de Pedri para fortalecer el centro del campo. Lo digo después de oirle en rueda de prensa que hay que tener equilibrio y, sí, falta equilibrio jugando solo con dos centrocampistas puros, De Jong y Busquets, y contra los equipos grandes no se deberían dar ya más facilidades. En cualquier caso, Koeman ha de congeniar jugadores con sistema, que no le ocurra como frente al Madrid, que tiró hacia las bandas a Pedri y Coutinho para tener a Ansu de referencia y acabó desperdiciando las mejores cualidades de los tres. Y otra cosa: los cambios. Si no se va ganando, que no juegue a la ruleta rusa en los últimos minutos partiendo al equipo en dos. En ningún sitio está escrito que haya que hacer todos los cambios a la vez a partir del minuto 80. Equilibrio, sí, en el equipo y en la táctica, para dar un golpe de efecto ante una Juventus que también se está adaptando a un nuevo entrenador.