Kobe deja huérfano al baloncesto, al deporte... y al Barça

Hay noticias que son inasumibles y que además parecen irreales. La muerte repentina de Kobe Bryant marcará para siempre este desgraciado domingo 26 de enero de 2020, el día en que el mundo entró en ‘shock’ tras enterarse de que había fallecido una de las mayores leyendas del básquet y del deporte. El curriculum impresionante de Kobe (5 anillos de la NBA, 1 MVP de la temporada regular, 2 MVP de finales, 2, oros olímpicos, 20 años en los Lakers, 18 años seleccionado en el All Star) no es suficiente para explicar su figura como icono global del deporte. Porque Kobe no solo ha sido una de las grandes leyendas de la NBA sino una de sus figuras más carismáticas. Porque su juego fue siempre el reflejo de su carácter: alegre, inteligente, extrovertido, brillante y siempre respetuoso. Su sonrisa se convirtió en la marca de una liga que se había quedado tocada tras la retirada de Michael Jordan y que Kobe volvió a relanzar con el magnetismo de su juego. 

KOBE MERECE UN HOMENAJE DEL BARÇA. 

Curiosamente, en su impresionante biografía hay también un pequeño espacio para su admiración hacia el Barça, que demostraba cada vez que tenía una ocasión. Se hizo fotos y reportajes con Ronaldinho, Messi o Iniesta, y declaró varias veces que nunca había visto jugar a fútbol a ningún equipo como el azulgrana. Llegó incluso a decir que le gustaría jugar un día en el Barça con Pau Gasol, y cada vez que podía se hacía una fotografía con la camiseta azulgrana. Fue sin duda, sin tener el título oficial, uno de los grandes embajadores que ha tenido la ‘Marca Barça’, por cierto a cambio de nada, y por razones puramente sentimentales. Solo por eso el Barça debería encontrar un formato para rendirle un merecido homenaje.

UNA NOTICIA QUE MARCARÁ UNA ÉPOCA.

En las primeras horas, se conocieron reacciones en tromba del mundo del baloncesto, de grandes deportistas del mundo, y por supuesto de dirigentes políticos. Estamos ante una de estas noticias que va a marcar una época, y que va a tener una dimensión a la altura de lo que representó Kobe. Una muerte prematura, violenta y terrible como esta solo engrandecerá todavía más su enorme leyenda. Kobe nos deja huérfanos a todos: al baloncesto, a todo el deporte y también, por qué no decirlo, un poco al Barça.