Vi jugar a Chygrynskiy y le hice llegar a Guardiola mis dudas...

Chygrynskiy

Chygrynskiy / sport

Josep Mª Minguella

Yo ya estaba retirado cuando Pep Guardiola arrancó su carrera como entrenador. Un día apareció en el Miniestadi y cogió las riendas del Barça B. Que alguien tan preparado como él, pese a que aún no tenía currículum como entrenador, y de su nivel acepte comenzar con los chavales demuestra lo gran barcelonista que es.

Luego las circunstancias provocaron que diera el salto al primer equipo. El equipo había sufrido un gran bajón en la última etapa de Frank Rijkaard, y Joan Laporta, Txiki Begiristain y Evarist Murtra tenían que decidir a su sustituto. Había una cierta indefinición sobre por quién apostar (algunos querían a José Mourinho) y al final se optó por alguien de la casa como Pep. Y fue un acierto total. En su caso coincidieron dos circunstancias: sus conocimientos sobre el estilo de juego del Barça, que había aprendido durante los más de quince años que pasó en el club, y el hecho de encontrarse en el vestuario a un grupo de jugadores de un gran nivel encabezados por Xavi, Iniesta o Puyol, todos ellos de la casa, además de a Messi, que emergió en aquel momento.

Aunque había estado en segunda línea, como hombre de la casa Pep estaba al tanto de todo lo que pasaba en el vestuario y su primera decisión, sorprendente en aquel momento pero que resultó clave, fue prescindir de dos cracks como Deco y Ronaldinho. Y tuvo el acierto también de subir del filial a Busquets y Pedro, dos jugadores de primer nivel que acabaron reforzando una gran plantilla.

Pero pese a los muchos éxitos que el Barça consiguió como técnico y sus muchos aciertos, también se vio que fichar resulta muy difícil. El propio Pep es el primero que lo reconoce cuando tiene la ocasión. Algunos de sus fichajes pincharon de forma evidente y el caso más significativo fue el del ucraniano Dmytro Chygrynskiy.

Cuando el Barça estaba negociando su fichaje, tuve la ocasión de verle en directo en la Supercopa de Europa que el Barça disputó contra el Shakhtar Donetsk. Y le hice llegar mis dudas sobre el ucraniano, ya que no le vi una buena salida de balón y no pensé que se pudiera adaptar al estilo Barça. Pero mi impresión es que cuando avisé, ya estaba todo hablado.

Chygrynskiy acabó fichando y se vio que no tenía nivel para jugar en el Barça. Este episodio es una demostración de que un gran entrenador sabe sacar el rendimiento a sus jugadores, pero no son siempre los mejores ‘scouters’.