Jugando así es imposible competir en la Champions

Rakitic y Valverde han demostrado tener mucho 'feeling'

Rakitic y Valverde han demostrado tener mucho 'feeling' / VALENTÍ ENRICH

Ernest Folch

Ernest Folch

Si el Barça quería poner fin a su racha de empates, logró su objetivo. Pero si quería remontar la mala imagen que venía dando en las últimas semanas, no solo no lo consiguió, sino que dejó sobre el campo una sensación de equipo que está hoy muy lejos de su estado óptimo de forma. Hacía mucho tiempo que no se veía en el Camp Nou un primer tiempo tan plano como el de ayer, en el que se vio al Barça sin velocidad, sin presionar y sin ninguna agresividad, totalmente al tran-tran, y a la espera de que sonara la flauta, que apareció en forma de penalti al límite del primer tiempo: fue una falta sobre un providencial Piqué, una seta en medio de la nada, que no reflejaba lo que había sucedido sobre el terreno de juego. En la segunda parte, el equipo al menos creó ocasiones, pero entonces pecó de una preocupante falta de puntería: Messi falló el segundo penalti y Suárez desperdició incomprensiblemente varias ocasiones cantadas de gol. Esta vez, poco se le puede reprochar a Valverde: hizo las rotaciones necesarias a las puertas de un calendario tan difícil como el que viene, dio confianza a Aleñá, que respondió con un buen partido, y solo sacó a los titulares cuando el encuentro se encallaba. Y es que el tono bajo que se vio en el Camp Nou es responsabilidad de los jugadores, que deben ser conscientes de que jugando como ayer es absolutamente imposible competir en la Champions y por supuesto aspirar a ganarla. Fue sin duda uno de los peores encuentros de la temporada y como tal debe ser procesado: que esto suceda a las puertas de los octavos de final en Europa debe activar todas las alarmas dentro del vestuario, y provocar una seria reflexión de puertas adentro. Es hora de subir revoluciones y acabar con esta sensación de melancolía que desprende el equipo. Mucho cuidado, porque estamos en un momento crítico en el que sería imperdonable bajar la guardia. La buena noticia es que el equipo está vivo y con margen de sobras para corregir el rumbo.

PIQUÉ, LÍDER EN EL CAMPO Y FUERA DE ÉL. Sin duda, la mejor noticia que dejó el partido fue otra soberbia actuación de Piqué que no solo salvó atrás todas las situaciones de peligro sino que fue capaz de provocar el penalti que dio origen al único gol del partido. Pero Piqué no es solo un líder dentro del campo sino también fuera de él. Solo terminar el partido, no se andó por las ramas, como es habitual en él, y reconoció que “si el martes no jugamos mejor, lo pasaremos mal.” Es un buen señal que un peso pesado como él no se engañe y sea consciente del mal momento que atraviesa el equipo.