Juego del Slavia y ocasiones blaugrana

Se vio sorprendido el Barça por el planteamiento táctico de los checos, que saltaron al Camp Nou con una defensa superavanzada y con hasta seis hombres en la última línea en bastantes ocasiones.

Los blaugrana no supieron leer cómo contrarrestar ese dispositivo defensivo y acumulaban muchos atacantes en vanguardia -Griezmann, Dembélé, Vidal y Messi - y no debían ser ellos los que rompieran el espacio a las espaldas de los defensores del Slavia, pues caían constantemente en fuera de juego. 

Solo Semedo hizo una buena lectura al llegar de segunda o tercera línea, que es como debe hacerse para romper esa defensa avanzada. Los jugadores del Slavia, por su parte, actuaron muy valientes y descarados y con buenas combinaciones pero con escasa pegada en ataque.

Sorprendió valverde con un 4-2-3-1 en el que Vidal casi ejercía de delantero centro cuando Messi bajaba a combinar. Los pocos efectivos en el medio campo impidieron que el Barça se apoderase del balón y mandase en el juego durante la primera mitad. 

En la segunda, mejoró el control de juego al tener más el balón con un ritmo más lento donde el Barça volvió a tener la pocas ocasiones que produjo a lo largo del partido. Un Barça desdibujado y atípico que perdió una gran oportunidad de clasificarse virtualmente y que complica acabar la primera fase de grupos como primero del suyo. Por si fuera poco el cambio táctico del inicio, el Barça acabó el encuentro con un inusual y atípico 4-2-4 con el que tampoco pudo resolver el encuentro.