El juego del pañuelo

Jordi Alba regresa al equipo tras la sanción

Jordi Alba regresa al equipo tras la sanción / FCB

Carme Barceló

Carme Barceló

Una se va a dormir estos días y se despierta con la sensación de que el Barça no tiene ninguna opción ante el Nápoles y que el Real Madrid está poco menos que en La Cibeles. Siempre he dicho lo mucho que debemos aprender de cómo se manejan en la capital cuando pintan bastos. No hay altavoces más convincentes ni opinadores más positivos. Parece que mañana los de Zidane, proclamado como el mejor entrenador del mundo justo por estas fechas, vayan a disputar un partido de solteros contra casados con Sergio Ramos de árbitro. Minimizar el poderío futbolístico de Guardiola y el adverso resultado del encuentro de ida es el pan mío de cada día. La noche del martes dijo Josep Pedrerol en ‘El Chiringuito’ que la plantilla merengue está convencida de que este va a ser su año y que se visualizan como campeones de la Champions. Imagino que los jugadores del City habrán compartido en su grupo de whatsapp este video motivador.

Lo que está muy claro es que esta Liga perdida por una conjunción de deméritos del Barça y hábilmente ganada por un Real Madrid en permanente idilio con el VAR, ha dado alas a los que ya las tienen desplegadas a lo grande. Llamó la atención en el programa ‘Jugones’ que el Barça entrenara alegre la matinal de ayer gracias al ‘juego del pañuelo’. Para los que ya tenemos una edad, este era un divertimento habitual en la hora del patio. Para los jugadores azulgranas, imagino que supuso un momento de esparcimiento para liberar tensiones. Está claro que la presión se gestiona por barrios y el que más tiene la desvía hacia la costa catalana. Cierto es que el Barça se juega el sábado la temporada pero también lo es que si el Real Madrid cae en octavos, el desastre será tremendo. Listo como el hambre, Zidane ya se ocupó de venerar el título de Liga antes de ganarlo y aparcar a un lado la competición europea. Creo que es el único que sabe que el pañuelo del juego es probable que lo usen los suyos tras el partido de vuelta en Manchester.