Lo que se juega el Barça en el Allianz

El conjunto azulgrana necesita una actuación convincente para volver a condicionar a los rivales y recuperar la autoestima

Xavi, en la última sesión

Xavi, en la última sesión / DAVID RAMÍREZ

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Tiene razón Xavi cuando dice que no hay que sacar conclusiones definitivas de lo que ocurra este martes en el Allianz. Pase lo que pase el equipo seguirá teniendo opciones de estar en la siguiente fase. Lo que se juega el club es la autoridad. No es un valor menor en la Champions, como demuestran los éxitos del Madrid. Sus remontadas se empezaron a construir en los miedos de los rivales. En una competición tan psicológica, donde pesa tanto lo anímico, al Barça ha dejado de intimidar.

El conjunto azulgrana necesita una actuación convincente para volver a condicionar a los rivales y recuperar la autoestima. En los últimos años, más allá de ir perdiendo talento por el camino, no ha competido. El equipo ha sufrido en el campo, como si le resultara insoportable su pasado reciente.

El Barça reciente ha afrontado partidos como el de este martes con un evidente complejo de inferioridad. Pero sobre todo se ha desplomado al primer contratiempo: al primer golpe le ha faltado la dureza mental de los equipos grandes

Este martes Xavi tiene la oportunidad de enviar el primer mensaje con la alineación. Si transmite un mensaje de valentía, será más fácil que el equipo le siga. Y eso pasa por no renunciar a las decisiones que han impulsando el cambio: la apuesta por los jóvenes, la ambición ofensiva y la agresividad para recuperar el balón. En los últimos años el equipo ha sido arrollado por el ritmo y la intensidad de los grandes en Europa. La sensación que ha dado es que ni ha competido con fútbol ni ha igualado esa intensidad.

La mejora del equipo pasa por consolidar los conceptos de Xavi –convertirlos en automatismos- y ser igual de agresivos que sus rivales. El duelo ante el Bayern tiene que verse como una oportunidad para recuperar autoridad y mantener el estado de optimismo. Para volver a ser competitivo en Europa es tan imprescindible que el Barça se sienta capaz como que los rivales teman que sea posible.