De Jong es oro bendito para el Barça

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Albert Masnou

Albert Masnou

Aire Fresco

Nada más fichar por el Barcelona, a mediados de enero, Frenkie de Jong se puso a estudiar castellano y pidió a los compañeros del Ajax de habla hispana que solo le hablaran en este idioma con la idea de ir mejorando para que, una vez en la Ciudad Condal, pudiera adaptarse con facilidad a sus nuevos compañeros del Barça, a su nuevo entrenador…

Su novia, días después del fichaje, estuvo unos días también en la Ciudad Condal haciendo turismo y viendo pisos en los que poder vivir la pareja con la idea de tener una rápida integración a su nueva ciudad.

De Jong ha dado todos los pasos necesarios para sumar en el Barça desde el primer minuto. Hoy, es un fichaje puro, limpio, que genera ilusión y unanimidad, algo que no ocurre entre los aficionados ni con Griezmann ni con Neymar. En toda esta disputa, el vestuario también ha dicho la suya sobre sus preferencias en las incorporaciones, algo que no había ocurrido en ninguna otra ocasión a lo largo de la historia del Barcelona. Ni Griezmann ni Neymar dejan indiferente al socio. Y veremos en qué desemboca esta guerra fría que reina en el vestuario azulgrana.

Sin problemas con De Jong

De Jong, por contra, es un caso diferente. Con él no hay problemas ni diferencias, ni el club se ve con la necesidad de avasallarnos con mensajes de bienvenida como con Griezmann porque Frenkie sí es bienvenido para todos.

Y todo eso, cuando apenas ha empezado a rodar el balón ni se ha disputado un partidoDe Jong es oro bendito para el Barça porque aportará, como dice Valverde, frescura, pero también una calidad técnica extraordinaria que nutrirá al centro del campo de fuerza, energía y recorrido en una zona que necesitará de ello porque contar en un ataque con Messi, Suárez, Griezmann o Neymar puede ser sinónimo de desequilibrio entre ataque-defensa