Si De Jong aparece, es que vamos bien

Griezmann y De Jong celebran uno de los goles del Barça contra el Athletic

Griezmann y De Jong celebran uno de los goles del Barça contra el Athletic / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Hemos tenido que esperar una temporada y media, casi dos, pero llegados al momento actual, creo que podemos dar por felizmente terminado el periodo de adaptación de Frenkie De Jong en el Barça. Es normal conceder un margen de tiempo para que un futbolista pueda integrarse a un estilo, sistema y grupo, tanto aplicado a un equipo de fútbol como a las nuevas costumbres de un país diferente. Pero confieso que De Jong me tenía preocupado. El derroche de talento que le vimos en la magnífica temporada del Ajax en la que, contra todo pronóstico, se plantó a las puertas de la final de la Champions, algo que con la anunciada Superliga sería imposible repetir, por cierto, no lo vimos la temporada pasada.

Tampoco el irregular comienzo de esta campaña con Koeman, un técnico que le debería conocer al milímetro, fue especialmente esperanzador. Pero con el tiempo, el holandés ha encontrado su puesto y su rol, sobre todo su rol, ya que puestos ha ocupado varios, y ha adquirido la confianza necesaria para desplegar toda su calidad, hasta el punto de que en estos momentos, es, tras Messi, la clave del renacer del equipo. Su juego es básico para el equipo: si De Jong aparece, es que vamos bien.

CRACK TOTAL. La final de Copa fue el punto cumbre de su trayectoria ascendente, pero antes ya había dejado constancia de un continuo crecimiento. Ante el Athletic dio un gol al más puro estilo de un extremo derecho clásico, marcó otro como si fuera un delantero centro de los de toda la vida y forjó con Messi otra diana desde la grandeza de un fino interior. Correcto. Pero en los dos últimos meses le hemos visto de central, eso sí, no el clásico central fuerte y contundente, sino el central inteligente, o líbero, si quieren, para que una atrevida comparación con Beckenbauer o Baressi pueda valer. Un central posicional y con gran salida de balón. Mediocentro, central/líbero, interior, falso 9... estamos ante un crack total, lo que demuestra que encaja como un guante en el estilo Barça, para el que hay que ver y entender antes que ejecutar, entre otras cosas porque lleva este estilo en la sangre.