Joan Laporta ‘ficha’ a Víctor Font

Víctor Font y Joan Laporta, en el Camp Nou

Víctor Font y Joan Laporta, en el Camp Nou / Javier Ferrándiz

Toni Frieros

Toni Frieros

A un colega del diario 'Marca', y así lo escribió, le llamó la atención que al presidente de un equipo de fútbol (el Barça) que está a once puntos del líder (léase Real Sociedad) se le viera cantando en el césped el día de la presentación de su entrenador (Xavi) más contento que unas castañuelas. Ya lo estuvo el mismo día y a la misma hora que sus emisarios, Mateu Alemany y Rafa Yuste, se encontraban en Catar esperando a que el Emir cumpliera con la palabra dada a Xavi o bien hiciera pasar por caja al Barça, como terminó ocurriendo. En Marín (Pontevedra), durante su encuentro con las peñas de Galicia, el presidente azulgrana se ganó el corazón de los peñistas cuando se arrancó a cantar la famosa y típica canción gallega ‘A rianxeira’.

Para lo bueno y para lo malo, la arrolladora personalidad de Joan Laporta es así, capaz de transformar la penuria en un chute de optimismo y convertir la presentación de Xavi en toda una fiesta. De la misma forma que hace eso, interviene para cerrar un acuerdo comercial con la empresa Ownix de su amigo israelí Moshe Hogeg o bendice el nombramiento como director de la oficina de Hong Kong de Bryan Bachner, persona muy ligada a Joan Oliver en la compra del Reus Deportivo, que acabó como acabó. 

Presidencialista y omnipresente, Joan Laporta es hoy algo más que el presidente del FC Barcelona, al que dedica las veinticuatro horas del día, descontando las cuatro o cinco horas que duerme. Es su imagen y su portavoz, con las consecuencias que todo eso implica. Un modelo de gobernanza sobre el que casi todos los opinadores, tanto los más cercanos como los más alejados a Laporta, coinciden en una definición: cierta improvisación. Sin duda, su hoja de ruta no está siendo la letra escrita de su programa electoral.

Para muestra, un botón. Nueve meses después de su llegada a la presidencia, no ha tenido inconveniente alguno en hacer suyo el proyecto deportivo de su rival en las urnas, Víctor Font. Primero, Jordi Cruyff. Y después, Xavi Hernández. Sí, porque la llegada de Xavi es mucho más que fichar a un entrenador. Es incorporar a todo su equipo técnico, cambiar a los preparadores físicos, fisioterapeutas, y vendrán más: nutricionistas, médicos... Xavi impondrá su filosofía y su metodología como hizo Pep Guardiola en 2008, un proyecto propio, esperemos que de largo recorrido, que es el mismo que hubiéramos visto si Víctor Font llega a ganar las elecciones del 7 de marzo. Un Font con quien, por cierto, Leo Messi seguiría en el club, porque su continuidad no era simplemente una cuestión futbolística, también era estratégica. 

Jordi Cruyff y Xavi no han sido los únicos ‘peces’ que ha pescado Laporta de la candidatura del empresario de Granollers. El responsable de la seguridad del FC Barcelona, Ferran López, que está atravesando por un momento complicado en el club, también estuvo colaborando en el equipo de Font. Obviamente, no hay nada criticable en ninguno de esos ‘fichajes’, porque no son ‘propiedad’ de nadie, pero está bien que se sepa. ¿No?