Opinión

La irresponsabilidad del Madrid de Florentino

Florentino Pérez apunta a revalidar su mandato al frente del Real Madrid

Florentino Pérez apunta a revalidar su mandato al frente del Real Madrid / EFE

Los errores nos hacen humanos. Todos los deportes no dejan de ser un juego de errores más que de aciertos, quien menos comete es quien suele ganar. Los errores y las polémicas que han generado, al alargar el partido más allá de los 90 minutos, han hecho crecer el fútbol a una dimensión impensable y, probablemente, inhumana. Sobre todo a partir del momento en que el fútbol deja de ser deporte y se convierte solo en negocio.

Los pioneros del fútbol jugaban sin árbitro. Los jugadores, como hacíamos en el patio del colegio, se arbitraban ellos mismos. Para evitar las discusiones que inevitablemente surgían a medida que los equipos tenían algún incentivo más que el orgullo de ganar, sentaron a un juez fuera del terreno de juego para que entrara a resolver el conflicto que surgía cuando los dos capitanes eran incapaces de ponerse de acuerdo.

Desde entonces, el arbitraje ha evolucionado periódicamente hasta la situación actual, con cuatro jueces en el campo y no se sabe cuántos más fuera y el uso de tecnologías para evitar el error humano. Es positivo que los organismos federativos y arbitrales y los clubs, reunidos en las ligas, sigan evolucionando el arbitraje con la voluntad de minimizar sus fallos. Y sin embargo, las equivocaciones persistirán. Porque son inherentes al hombre y, por tanto, al fútbol. También los cabreos y las suspicacias de parcialidad hacia un equipo u otro.

Por ello, el comunicado del Real Madrid en contra del estamento arbitral no es solo un error, sobre todo es una irresponsabilidad. Lo que pone en peligro el fútbol a medio o largo plazo, no son los errores arbitrales sino la creciente corrupción. Las polémicas por una expulsión o un penalti forman parte del fútbol, no lo harán menos popular. En cambio, las prácticas corruptas, la falta de competencia, el abuso de posición dominante y todo el etcétera propio del negocio pudren el sistema y causan el colapso y la quiebra.