El invento de Lucas no funcionó

Lucas Vázquez, en una acción del Irán - España de este miércoles en Kazán (0-1)

Lucas Vázquez, en una acción del Irán - España de este miércoles en Kazán (0-1) / EFE

Jordi Gil

Jordi Gil

Después de superar el partido de transición ante Portugal, Fernando Hierro ya introdujo algún matiz personal. El más significativo y sorprendente de todos fue la entrada de Lucas Vázquez en sustitución de un centrocampitsa como Koke. De entrada, hay que aplaudir la determinación de Hierro de jugársela, aunque sea ante la ultradefensiva Irán, y acumular otro hombre en punta. Sin embargo, el madridista no estuvo a la altura del reto. Apenas desbordó por la banda y su espíritu de sacrificio no fue un valor de peso para considerar que la apuesta había sido válida. Lucas aporta trabajo, permite variar sistemas y jugar con un 4-4-2 o, incluso, utilizarlo de lateral largo, pero la sensación reinante es que en la lista hay futbolistas de mayor talento para jugar en ataque.

Uno de ellos es Marco Asensio. El compañero de Lucas en el Madrid  disfrutó de diez minutos, que parecieron pocos por todo el fútbol que tiene en sus botas. Asensio dispone de potencia, velocidad, desborde y disparo. Elementos que deberían permitirle aspirar a la titularidad. Sin embargo, ni Lopetegui tenía previsto darle este rol ni Hierro parece tener esta idea. Quizá sea por su juventud, quizá sea porque se considera demasiado riesgo o por algún otro elemento de estos que solo se percatan los entrenadores en el día a día, pero Asensio no estalla en La Roja. España va sobrada de centrocampistas de calidad, de jugones, pero no le exceden los futbolistas con pegada. El mallorquín es capaz de desequilibrar con su disparo lejano y aportar elementos que constrastan con el tradicional juego español para enriquecerlo. Una aportación distinta podría ser muy  valiosa y desconcertante para los rivales en esta Copa del Mundo.