Interpretaciones cruyffistas

Johan Cruff cambió radicalmente la imagen del Barça con su llegada

Johan Cruff cambió radicalmente la imagen del Barça con su llegada / EL PERIÓDICO

Xavi Torres

Xavi Torres

Como no puede ser de otra manera, anda preocupado el presidente del Barça. Seguro que imaginó lo que se iba a encontrar pero seguro, también, que en ningún caso visualizó la dimensión de la tragedia. Nos centraremos en el balón para no distraernos más de lo que ya estamos, aturdidos por los descubrimientos -casi a diario- de las vergüenzas en la gestión de Josep María Bartomeu.

Sea como fuere, el Barcelona va a tener que competir el año que viene así que, recordando en cada instante de quien es la culpa, hará bien el presidente y su área de fútbol en avanzar para la construcción de la mejor plantilla posible ya que la ideal, hoy por hoy, no es posible. El club no tiene dinero para fichar cracks ni para echar a todos esos jugadores a los que Ronald Koeman señaló hablando del nivel futbolístico del equipo. Además, debe encontrar la fórmula para cumplir con las normativas salariales y, por supuesto, competir, porque el fútbol no tiene memoria y el socio quiere ganar. 

Tantos condicionantes, sin embargo, no facilitan las soluciones porque los jugadores que se merece el Barça son buenos y caros y, como éstos cobran mucho dinero, su salida posterior nunca es sencilla. ¿A quien le gusta regalar parte de su sueldo? A usted, no, ¿verdad? Pues a los futbolistas, tampoco, porque si tienen un contrato firmado es porque alguien se lo ofreció. Y pandemia al margen, habrá que volver a recordar que el Barça es el club del mundo que mejor paga, por encima de entidades de formato similar, como el Real Madrid, o de los que tienen a millonarios o estados aportando músculo económico, como los clubes finalistas de la Champions, Chelsea y Manchester City, u otros como el ManUnited, Juventus o PSG. Escuchar determinados discursos sonroja…

Joan Laporta no tiene con él a Johan Cruyff ni tampoco a sus herederos y, además, se ha acompañado de ejecutivos sin la mirada futbolística del holandés. Los proyectos construidos por Mateu Alemany y Ramon Planes nada tienen que ver con el que ahora tienen entre manos pero, dicho esto, es imposible pensar que el presidente vaya a apostar por algo que provocara un dolor de barriga en su amigo Johan. “¿Qué haría él?”, se debe preguntar. La situación es tan grave que hasta para Laporta parece dificil saber lo que pasaría en estos instantes por la cabeza de su amigo genio. ¡Imagínense para los demás! Por tanto, cuidado, que como diría aquel, en materia de interpretaciones cruyffistas hay muchos que dicen que son cruyffistas y no lo son. El futuro del Barça está en juego. Y no es una frase hecha.

La Liga de Koeman

¿Qué hubiera pasado con Koeman si el Barcelona hubiera ganado la Liga? Con el doblete en el saco, ¿se hubiera atrevido el presidente del Barça a no respetar el contrato de su entrenador? La puesta en escena del equipo, con o sin títulos, ¿ha sido la que el socio espera para el futuro? ¿Política o proyecto? 

Ya nos hemos referido en otras ocasiones durante la temporada a las dudas que ha generado el fútbol del Barcelona, por sus jugadores y por su técnico. Por los primeros, porque los constructores de plantillas de los últimos tiempos se han equivocado más de la cuenta -para ser generosos en el comentario- y por el entrenador, porque ha sufrido para dar con la tecla adecuada. De hecho, todavía no la encontrado, desde el doble medio centro a los tres centrales pasando por el clásico 4-3-3 con el que jamás se ha sentido cómodo. El cruyffismo de Koeman se ha visto más en el vestuario y en la sala de prensa que en el césped.

Toca proyecto nuevo y Laporta debe decidir. Por política, Koeman. Es el héroe de Wembley, un año difícil, el Camp Nou vacío, el desastroso monstruo que heredó de Bartomeu y los suyos; por proyecto, otro entrenador, capaz de construir desde el balón utilizando a Messi, lo que quede de esta plantilla, los jugadores que lleguen -ninguna estrella- y los canteranos -que, por narices, serán muchos-. Y el método, que ante la imposibilidad de fichar debe convertirse en el auténtico cerebro del juego del Barcelona.