Iniesta no puede irse del Barça

Bartomeu y Andrés Iniesta, durante el acto de renovación con el Barça

Bartomeu y Andrés Iniesta, durante el acto de renovación con el Barça / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Incomprensiblemente, la marcha de Iniesta se da ya como algo inevitable en algunos sectores del barcelonismo. Sí, la marcha de Andrés Iniesta, una frase que ya suena mal en sí misma, porque es dolorosa y porque, no nos engañemos, el equipo no está ni mucho menos preparado para 

afrontarla. Estos días hay quien compara la marcha de Andrés con la de Xavi pero lo cierto es que son dos situaciones que no tienen nada que ver. Primero, porque Xavi se marchaba dejando a Iniesta detrás, como último guardián de las esencias. Y segundo porque Iniesta se iría dejando un enorme vacío, sin un sustituto definido, teniendo en cuenta que Coutinho, a pesar de un gran jugador, se está mostrando más como un delantero que como un organizador. Lo cierto es que cuando Xavi decidió abandonar el Barça había empezado a ser suplente en algunos partidos y Luis Enrique no contaba con él como titular indiscutible. En cambio, Iniesta es hoy una pieza absolutamente insustituible del Barça de Valverde, indispensable para que el medio campo funcione como un reloj. De hecho, los peores minutos del Barça suelen ser los que no juega don Andrés. La conclusión es que estos días se juega con demasiada ligereza con la nefasta idea de que el capitán abandone el Barça cuando ha demostrado que le queda demasiado fútbol de primer nivel en sus botas. Por suerte, una parte del Camp Nou ha empezado a rebelarse contra esta idea: la grada de animación logró que cuajara un contundente “¡Iniesta quédate!” en el partido contra el Athletic que, como contamos hoy en SPORT, ha calado hondo en el club, y tanto presidente como cuerpo técnico harán en breve los primeros mo-vimientos en serio para convencer al jugador de permanecer en el Barça al menos un año más. Es lógico que el jugador esté meditando sobre su futuro teniendo en cuenta las ofertas mareantes que recibe de China, pero su descomunal juego desmiente a cada partido que éste sea el momento de retirarse. No nos engañemos más: Iniesta, hoy, no puede irse del Barça. Todo lo que se haga para evitarlo es poco.