Inicio accidentado de la Liga ACB

En la primera jornada liguera ya ha habido tres partidos aplazados por la Covid 19

El Barça sufrió en su debut en la Liga ACB

El Barça sufrió en su debut en la Liga ACB / Valentí Enrich

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

LA PANDEMIA TAMBIÉN JUEGA

En la primera jornada liguera ya ha habido tres partidos aplazados por la Covid. De momento, no ha sido un problema encontrar de forma inmediata un hueco para que se acaben disputando. Pero tengo la impresión de que, cuando empiecen las competiciones europeas, la situación se complicará mucho. Ya no habrá tantas fechas disponibles, sobre todo si tenemos presente que también habrá encuentros aplazados en los partidos que se disputen en los diferentes torneos europeos. Por tanto, creo que esta nueva coyuntura no ha hecho más que comenzar, y aún no sabemos la dimensión que puede alcanzar. En todo caso, estamos ante un escenario que plantea una distorsión evidente en las competiciones, pero con la que deberemos saber convivir. Esta situación que se produce en el básquet de más alto nivel también tendrá su reflejo en el resto de ligas, como la Femenina, los diferentes niveles de la liga Leb, o cualquier otra competición que nos podamos imaginar. Por otra parte, no hemos de obviar la gran noticia que supone el hecho de que se hayan podido iniciar estas competiciones, aun a riesgo de las dificultades que se plantean. Hay que ser optimistas, mirar hacia adelante y pensar que todo irá a mejor. Sin duda.

MARGEN DE MEJORA PARA EL BARÇA

La sufrida victoria ante el Burgos nos dejó un sabor un poco amargo. El Barça no supo controlar el ritmo del juego, y su rival se sintió muy cómodo ofensivamente. No hay duda de que, aunque a Saras le gusta el básquet ofensivo, el equipo tiene un gran margen de mejora detrás. Recibir en el Palau casi 90 puntos denota lagunas defensivas importantes que merman el potencial blaugrana. Todo está aún por hacer, pero los blaugranas han de acelerar en su preparación si quieren transmitir solvencia al resto de rivales. También Jasikevicius está teniendo dificultades en las rotaciones. Es cierto que tiene piezas importantes lesionadas, pero ello no debe ser excusa para que el peso de los partidos acabe recayendo en pocos hombres. Por ejemplo, ante el Burgos sólo siete jugadores jugaron diez o más minutos. Y únicamente tres de ellos anotaron más de diez puntos. Se necesita la aportación de más hombres para completar un juego que se caracterice por practicar un básquet colectivo y equilibrado. Estoy convencido que estos objetivos se alcanzarán en breve, ya que la calidad del banquillo blaugrana es enorme. No falta tanto, el 1 de octubre en el Palau ante el CSKA, para que la Euroliga se ponga en marcha. Son apenas quince días.