Los increíbles y maravillosos terceros cuartos

HIGGINS

HIGGINS / SPORT

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

HIGGINS AL RESCATE

Un guion ya conocido. El Barça acostumbra a tener muchos problemas en los primeros veinte minutos pero, tras el descanso, llega una transformación milagrosa que barre de la pista a sus rivales. Contra el Madrid no fue una excepción. Los blancos salieron plenos de energía, espectacular su rebote ofensivo, controlaron el ritmo, y anotaron con mucha facilidad. El Barça se vio impotente para llevar la iniciativa, y pudo dar gracias de que al descanso sólo perdiera de 3 puntos. La superioridad de Tavares, los errores en el tiro libre, el descontrol en el rebote y los pobres porcentajes en el tiro no presagiaban nada bueno. No sé que les inculca Saras en el descanso. De nuevo, el tercer cuarto fue espectacular. De la mano de un imparable Higgins, -qué bueno es-, el equipo se trasformó. Y el Madrid hizo aguas de una manera sorprendente. Los comentaristas de TV pidieron que apareciera el gen competitivo de los blancos. Pero los de Laso se dedicaron más a protestar que a jugar, y así les fue. Es verdad que el Barça reaccionó por sus individualidades, más que por el juego colectivo. Higgins invitó a la fiesta a un Mirotic que hasta entonces sólo había anotado un tiro libre, y también a Calathes y Davies, que retomaron el control del partido. Ya ante la Penya, en el decisivo encuentro del Palau, así como contra el Tenerife en los duelos del Blaugrana, los terceros cuartos del Barça han sido memorables.

A UN PASO DEL TÍTULO

El Barça ha hecho lo más difícil. Recuperar el factor pista y permitir que el Palau acabe decidiendo. Las sensaciones son muy buenas. El equipo vuelve a sonreír y vemos a los blaugranas pletóricos de confianza. No sólo están enchufados Davies, Calathes, Gasol o Higgins. Ante el Madrid, piezas tan importantes como Hanga, Kuric y Mirotic, también sumaron. Los de Laso tienen más problemas en sus rotaciones. Tanto Llull como Rudy, juegan de manera intermitente y arriesgan en exceso. Sus porcentajes en el primer partido de la serie han sido muy flojos. Y nadie cogió su relevo. Siguen dependiendo de un Tavares que está jugando muy bien, pero que sufre cuando tiene que vérselas, uno tras otro, con Gasol y Davies, sin apenas descanso. No obstante, no hay nada decidido. Ahora mismo, el Barça es mejor. Sin duda. Aunque esta superioridad debe ser refrendada para hacerse con el título. Una reacción de los blancos en el Palau es previsible, pero el desenlace del partido seguirá estando en manos de los de Saras. Si juegan concentrados, con carácter y ambición de victoria, el Madrid creo que tendrá pocas, o nulas, opciones.