El incomprensible (e injusto) caso de Memphis

El delantero se ha ganado al menos un margen de confianza que parece haber desaparecido en tiempo récord

Memphis se lamenta

Memphis se lamenta / JAVI FERRÁNDIZ

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Memphis Depay fue el mejor jugador del Barça en el comienzo de temporada. En pleno trauma post-Messi, fue el futbolista más resolutivo con sus goles. También el más desequilibrante, pero sobre todo dejó esa sensación de confianza que desprenden los jugadores grandes.

A Memphis no solo no le pesaba la camiseta sino que se hacía grande en el Camp Nou. Wijnaldum, que prefirió la propuesta del PSG, daba entonces una de las claves para explicar el Memphis futbolista. "Memphis asume muchos riesgos y esa es la razón por la que es un gran jugador".

Asumen riesgos los futbolistas valientes y en el Barça acostumbran a triunfar los futbolistas valientes. También en el vestuario del Barça jugadores como Busquets auguraban un fichaje trascendente. "A nivel deportivo ayuda al equipo con goles, asistencias y trabajo. Ha conectado con la afición y además a nivel interno se ha adaptado muy bien".

Memphis marcó ocho goles en las primeras 15 jornadas. Con la confianza de Koeman y, en un equipo en reconstrucción, fue el jugador diferente. Un delantero talentoso y con la personalidad suficiente para ganar partidos en un momento de máxima dificultad. Entonces solo acumulaba elogios, ahora parece casi sentenciado.

Por el camino varios aspectos han contibuido a su desplome: la sequía goleadora en la Champions, varias lesiones musculares y problemas de adaptación en la propuesta de Xavi.

Resulta incomprensible que el mismo jugador que deslumbró hace solo unos meses no tenga crédito, ahora, para pensar que puede marcar diferencias en este Barça a corto y medio plazo. El rendimiento de los jugadores se explica a partir del contexto y la confianza. Y lo único que necesita Memphis para volver a ser importante es recuperar la forma (ya se ha perdido nueve partidos por lesión) y sentir la confianza del entrenador.

Memphis puede jugar tanto de extremo izquierdo como de delantero centro, pero sobre todo necesita sentir que tiene libertad de movimientos. En los partidos que estuvo disponible para Xavi no se encontró, pero también es trabajo del entrenador crear el mejor contexto para sacar rendimiento a sus futbolistas.

Ahora mismo, en la situación que vive el club y la urgencia deportiva, el Barça necesita futbolistas con personalidad y talento como Memphis. El holandés fue el máximo goleador y el máximo asistente de la fase de clasificación europea para el Mundial de Catar con Holanda.

También suma más goles con su selección que leyendas como Van Basten o Kluivert. Pero no hace falta irse tan lejos: con el Barça ha dado motivos para invertir en él estos meses y que tenga un papel importante la próxima temporada.

Con Memphis se ha repitido un ejercicio habitual. Inflar los elogios a un deportista para que luego el relato del fracaso coja más vuelo y dramatismo. Es un proceso oportunista cada vez más habitual: reventar al ídolo en tiempo récord a base de adjetivos según la corriente. El holandés se ha ganado al menos un margen de confianza que parece haber desaparecido en tiempo récord.