La importancia de tener banquillo

Clement Lenglet, en su duelo ante la Roma

Clement Lenglet, en su duelo ante la Roma / AFP

Francesc de Haro

Francesc de Haro

Sin poder ser calificada como una mala temporada, ni mucho menos, a los jugadores y técnicos del Barça les quedó la espinita de la eliminación de la Champions. Los discursos de Valverde y Leo Messi avalan ese mal sabor de boca que ni el doblete pudo borrar.

Sin decirlo con la boca abierta muchos acusaron a la falta de banquillo la eliminación a manos del equipo romano. De nuevo en la presentación, Messi dejó muy claro que “los refuerzos nos irán muy bien. Todos son grandes jugadores”. En Roma, la aportación de los jugadores que entraron para paliar el desastre (André Gomes, Dembélé y Alcácer) fue nula. No solucionaron nada, no cambiaron el signo del partido y el Barcelona acabó doblando la rodilla.

Ahora, dicen, hay mejor plantilla, mucho más equilibrada y que permite a Ernesto Valverde poder variar sistemas con la aportación de los jugadores que salgan desde el banquillo.

Por eso, el papel del técnico extremeño será mucho más importante. En sus manos estará rotar más a los jugadores para que lleguen a los meses decisivos (marzo, abril y mayo) mucho más frescos que el año pasado y acertar con los cambios. Ante el Alavés, por ejemplo, acertó con la entrada de Coutinho por Semedo en la media parte. Pero es que el banquillo ante el cuadro vasco ‘costaba’ muchos millones (los últimos cinco fichajes eran suplentes).

Ante el Valladolid es una buena oportunidad para empezar a hacer rotaciones. La primera en el eje central de la defensa. El año pasado nadie cuestionaba la titularidad de Piqué y Umtiti (salvo lesión o sanción) estuviera bien o mal. Valverde contaba poco con Vermaelen y nada con Yerry Mina. Este año le han fichado a Lenglet, un titular indiscutible en el Sevilla que debe dar descanso al catalán y al francés. El sábado deberíamos ver a Lenglet como titular y uno de los dos centrales ‘titulares’ en el banquillo.