La importancia de Pedri

El Barça se juega mucho esta noche, ni más ni menos que pasar de la depresión a la alta posibilidad de lograr, por lo menos, un título en esta temporada que, por momentos, es apocalíptica. El Barça está a tres goles de la final de la Copa del Rey, o a dos goles más penaltis. Claro que también lo está a que un gol del Sevilla le obligue a tener que marcar cuatro. El reto no es fácil, pero el 0-2 del sábado en el Sánchez Pizjuán le da alas. Y a partir de ahí, a seguir soñando, París, la Liga... ¿porqué no? Ya saben, el fútbol es el último estado de ánimo. Por eso, hoy es tan importante acertar con el equipo y con el sistema. ¿Debe Koeman repetir la alineación y la táctica del sábado? ¿Debe volver a los tres delanteros, con Griezmann, puesto que de lo que se trata es de marcar goles?  Aquí está el quid de la cuestión.

EL ANÁLISIS. Para empezar, será el mismo rival pero no el mismo partido. Es previsible que el Sevilla juegue con más precauciones, dado que tiene una ventaja que guardar y no el objetivo de ganar, como sucedía en la Liga. En consecuencia, dejará menos espacios. Pero el Barça se debate entre marcar goles y que no le marquen y para ello es básico tener el centro del campo bien armado. Hace meses que mantengo que al Barca le falta físico en la medular y que esta carencia le condiciona defensivamente y, a la vez, le hace perder demasiadas acciones también en fase atacante. En Sevilla, esta fue la clave.

Se hizo fuerte en medio y despejó el ataque, faceta en la que pudo ser más vertical. Por ahí destacó Dembélé, directo a barraca, sin perder tiempo en la banda a la espera de compañeros que acudan al remate, porque también llegan defensas contrarios. La lesión de Pedri lo complicó todo. Pedri es el que pone trabajo, ataca y defiende, crea y presiona. Sin él, el quinto centrocampista sería más obligado que nunca. Afortunadamente, se ha producido un milagro. Pedri podría jugar. Es la mejor noticia porque permite a Koeman jugar con el 4-3-3 y con el 3-5-2. ¡Fíjense si es importante Pedri! Tanto, que no descarten que Koeman le tenga como arma psicológica para que Lopetegi, que ayer ya no durmió tranquilo, no tenga claro qué hacer.