La ilusión y el pecado original del Barça

Lewandowski acoge a Pedri y Gavi en el Gamper

Lewandowski acoge a Pedri y Gavi en el Gamper / VALENTÍ ENRICH

Toni Frieros

Toni Frieros

Haber tenido la capacidad de fichar a Lewandowski, Raphinha, Koundé y compañía tiene un mérito enorme. Sobre todo desde el punto de vista deportivo, porque después de haber ganado una Copa del Rey en tres años, la afición azulgrana quiere títulos. Ahora bien, la generación de esa ilusión, necesaria y obligatoria, debe ir acompañada de una màxima irrenunciable: transparencia. El socio tiene derecho a saber lo que le va a costar este cambio de rumbo del FC Barcelona. Hace un año, con Ferran Reverter como CEO, había un plan estratégico determinado a seguir. Desde su salida, la hoja de ruta del club ha cambiado. Está siendo otra. 

Lo más urgente es saber y entender cómo es posible que a pesar de todos los activos vendidos (palancas), el club continúa teniendo problemas para inscribir a sus jugadores. ¿Se han ingresado más de 800 millones y no son suficientes? Para entender la situación hay que retroceder año y medio. El tiempo ha demostrado que cerrar la temporada 20-21 con 480 millones de pérdidas fue un grave error. Y más, engordar la masa salarial en 160 millones más en vez de reducirla.

Peor fue, sin embargo, lo que sucedió la temporada pasada. En un año sin COVID y sin Messi, el club incurrió en unas pérdidas operativas de 161 millones de euros. Gastó más de lo que debía e ingresó menos de lo que pensaba. No se cumplió el presupuesto ni por asomo. La masa salarial tenía que haber sido de 470 millones y acabó siendo de 520. El área comercial ingresó 44 millones menos y de los 50 millones de ingresos financieros solo entraron cinco. Y en salarios no deportivos, se incrementó la cifra en ocho millones. No fue, desde luego, una gestión de la que sentirse orgulloso. En cualquier multinacional del mundo, ante semejante agujero patrimonial, el máximo responsable habría llamado a capítulo a toda cúpula ejecutiva, pero en el FC Barcelona se da la circunstancia de que el CEO es el presidente del club.

Para tapar esa gigantesca pérdida de 161 millones el FC Barcelona se vio obligado, después de pedir permiso a la Asamblea, a vender el 10% de sus derechos de televisión a Sixth Street por 207,5 millones de euros por 25 años. Es decir, el club estará un cuarto de siglo pagándola. La activación de las otras palancas también se han utilizado, en un alto porcentaje, para reducir los 480 millones de pérdidas de la temporada 20-21 y así volver al equilibrio patrimonial positivo. 

Ahora hay que resolver otra duda. Eduard Romeu, vicepresidente económico, dijo por activa y por pasiva en junio que el club tenía que rebajar sí o sí la masa salarial en 160 millones de euros. ¿Qué masa salarial tendrá el primer equipo en la presente temporada?¿Habrá otro cambio de opinión?

De momento, disfrutemos de este nuevo Barça que tiene muy buena pinta.