Ilusión, sí; euforia, no

Lewandowski, en su debut en el Camp Nou ante el Rayo

Lewandowski, uno de los fichajes más importantes del verano / AFP

Gerard López

Gerard López

Todavía quedan dos semanas para cerrar el mercado y el Barça sigue abierto a más incorporaciones, pero hasta ahora, el balance de las llegadas ha sido positivo y sobre todo, ilusionante. El equipo se ha reforzado muy bien, empleando cantidades económicas importantes, lo que hacía unos meses era impensable. 

La activación de una serie de mecanismos por parte del club lo ha hecho posible, de lo contrario no habrían fichado a nombres importantes como Lewandowski, Koundé o Raphinha. Hace unos meses llegaron Christensen y Kessie con la carta de libertad y lo cierto es que esta plantilla es muy potente. 

Estaremos pendientes de aquí hasta final de mercado, a ver si se acaba de apuntalar con la llegada de algún lateral. Se habla de Marcos Alonso y también de la posibilidad de reforzar la banda derecha, la única posición en la que, a mi juicio, no existe la sensación de contar con un titular indiscutible. Pero sobre todo, hay que centrarse en el tema de las salidas. Está bien ir al mercado para incorporar tanto y tan bien, aunque veremos cómo se gestiona en un futuro haber vendido parte de los activos del club. Ahora toca llenar un poco la caja con salidas.

Hasta ahora, las de Lenglet, Neto o Riqui Puig no han dejado dinero en las arcas, solo un ahorro de fichas, pero con nombres como Memphis Depay, Aubameyang o Frenkie de Jong, el club tiene que demostrar que sabe vender, no solo comprar. 

Toda esta ilusión creada con los fichajes, y confirmada con el rendimiento del equipo en la pretemporada, no se debe confundir con euforia. Escuché a unos cuantos aficionados antes del partido contra el Rayo Vallecano a pie de campo en el Camp Nou decir: “Hoy seguro que quedamos 4-0, 5-0...”.

Esto huele más a euforia que a simple ilusión y confianza en el equipo, así que no confundamos conceptos. La euforia es negativa, nos puede llevar a la relajación, a acomodarnos, y en cambio, todo lo que sea ilusión, trabajo y confianza en uno mismo asegura un rendimiento mucho mayor. 

Dentro de lo negativo del resultado del estreno liguero, pienso que a corto o medio plazo puede ir bien, en el sentido de toque de atención. Nos hará ver que no hay goleadas fáciles, que por mucho que la plantilla sea potente y favorita, estos partidos hay que ganarlos con efectividad y con un juego que se asemeje más a lo visto en la pretemporada. 

Que haya pasado en el primer partido no es grave, pero sí tiene que llevarnos a la reflexión de que el camino no será fácil. Todos tenemos que sumar. Ni los negativos deben criticar ya desde el inicio ni los eufóricos, pensar que será un camino de rosas. Hay que buscar el punto intermedio, con autocrítica y exigencia.