La ilusión culé solo tiene un nombre

Sarunas Jasikevicius. Desde la llegada de Nacho Rodríguez como nuevo hombre fuerte de la sección de baloncesto, el nombre del exjugador blaugrana y actual técnico del Zalgiris vuelve a sonar con fuerza en la órbita del Barça como próximo entrenador del equipo. A menos que se obrara el milagro y se ganara la Liga Endesa, Georgios Bartzokas tiene complicada su continuidad y la opción de Saras cobra fuerza como la única carta que puede devolver la ilusión a una afición muy decepcionada. Jasikevicius une todas esas cualidades de las que ha carecido el Barça este curso: carácter, un líder, personalidad arrolladora, gen competitivo, y, sobre todo, un ganador nato.

Es cierto que le falta más experiencia en los banquillos, pero es meritorio el papel del Zalgiris en esta Euroliga, quedando por encima de los azulgranas con una plantilla sin grandes nombres. El Barça ya quiso a Saras el pasado verano, pero el lituano puso unas condiciones muy claras para dar el sí: tener libertad total para configurar tanto el equipo como su staff técnico. Sin embargo, el club blaugrana estaba ‘atado’ con ciertos jugadores con contrato y no le pudo ofrecer a Saras lo que pedía. Y Jasikevicius tuvo claro que no pensaba arriesgarse, porque tenía mucho que perder. Y acertó de pleno. Ahora, las condiciones serán las mismas. Él quiere un proyecto ganador. Si el Barça lo quiere, ya sabe lo que toca. Saras, es mucho Saras.