La igualdad de armas

Márquez en acción en Catar

Márquez en acción en Catar. / AFP

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Últimamente estamos teniendo múltiples ocasiones de familiarizarnos con diversos conceptos jurídicos; tal vez más de los que hubiéramos querido. Uno de ellos es el llamado “igualdad de armas”, por el que se aboga que en toda actuación procesal, tanto las defensas como las acusaciones puedan enfrentarse con idénticas posibilidades, y con las mismas ocasiones de prepararse para afrontarla con todas las garantías a las que da amparo la ley. En caso contrario, constituiría toda una injusticia que no se diera este lógico precepto en cualquier juicio. Este fin de semana, el comienzo del mundial de MotoGP da a todas las partes contendientes las mismas oportunidades de poder enfrentarse según los parámetros que dicta la principal legislación vigente, que no es otra que el reglamento técnico.

Sobre el papel Honda, Yamaha, Ducati, Suzuki, KTM y Aprilia gozarán de las mismas oportunidades para batirse a partir de la carrera de Losail de este domingo hasta que el título esté visto para sentencia en la prueba de Valencia, en noviembre. Dice la teoría que los veintidós pilotos que van a poblar la parrilla de las diecinueve pruebas que nos esperan llegan igual de frescos y preparados al inicio de la audiencia pública que es la temporada. Pero ya sabemos que no siempre las circunstancias son homogéneas para todos losque se enfrentan a la teórica prueba de la verdad. Ni Márquez ni Lorenzo llegan a Qatar en las mejores condiciones físicas a causa de sus últimas lesiones y procesos médicos, por lo que el juicio sumarísimo que supone el mundial de motociclismo arranca de forma desigual. Sin embargo, es precisamente esta “desigualdad de armas”, la que otorga al arranque del calendario un interés especial. En el caso de Marc por la incógnita de cuánto tardará en alcanzar su nivel habitual de pilotaje tras una compleja lesión para cuya recuperación algunos estiman un periodo mínimo de veinte semanas. Es decir: para Jerez. Y en el de Jorge por la incertidumbre añadida a su condición física del tiempo que requerirá su adaptación a la Honda. Pero ya sabemos que el reino de ambos no es de este mundo.

Y mientras tanto, con Ducati agazapada, Yamaha y Suzuki han dado destellos de hipotética alternativa en los test de pre-temporada. Interesante, sin duda, esta situación asimétrica. A partir de ahora, únicamente el asfalto determinará el veredicto que proclamará al campeón mundial. La clasificación, y solo ella, es el único juez capacitado para determinarlo, porque –aquí sí- no hay margen para la mentira, las manipulaciones ni los caraduras. Dura lex, sed lex. Aunque para dura, dura… una caída a trescientos por hora.