Hoy solo importa ganar, como sea

Sergi, con Dembélé

Sergi, con Dembélé / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Hoy no importa Xavi. Ni Messi. Hoy solo importa el Barça. Y los once jugadores que alineará Sergi Barjuan. Hoy solo importa ganar en Kiev. Con quien sea. Como sea. Para seguir vivos en la Champions. El Barça no puede permitirse el lujo de quedar eliminado. Sería un triple fracaso deportivo, económico e institucional. Más allá de los 20 millones de euros que se perderían por no clasificarse para los octavos de final, el daño a la imagen del club en Europa sufriría un nuevo revés irreversible. Las humillaciones sufridas en los últimos años (Juventus, Roma, Liverpool, Bayern…) se verían amplificadas con un nuevo KO que sublimaría la crisis futbolística de la entidad blaugrana. La victoria, pues, resulta imprescindible.

El equipo (que ha recuperado, de golpe, a cuatro jugadores lesionados: Araujo, Frankie De Jong, Ansu Fati y ¡Dembélé!) debe hacer un esfuerzo para ofrecer su mejor versión. Hay que salir al campo mentalizados de la trascendencia del encuentro. Con la máxima intensidad. Y concentración. Para atacar con eficacia. Y no cometer errores en defensa. El Barça de esta noche debe olvidarse del pesimismo que le embarga. Debe olvidarse del mal juego. Y de los malos resultados. Y buscar sin descanso, desde el minuto 1 al 90, un triunfo capital para los intereses del club. Ganar no significa estar clasificados. Pero perder (o empatar) es una sentencia definitiva hacia el abismo. 

Sergi Barjuan, entrenador interino a la espera de la llegada de Xavi, recupera futbolistas importantes que le pueden permitir hacer una alineación más competitiva. Araujo debe proporcionar más seguridad en defensa, De Jong tiene que volver a ser el líder del centro del campo y Ansu y Dembélé (aunque difícilmente será titular después de estar cinco meses de baja) deben aportar la profundidad y el gol que tanto necesita este Barça. Los cuatro son jugadores con mucho talento. Y esta noche tienen que demostrarlo. El equipo necesita de la aportación de todos. En los momentos difíciles (y éstos lo son, mucho) es cuando debe aparecer el verdadero Barça. El Barça ganador. Para recuperar el respeto. Y para borrar la triste imagen del Barça mediocre y perdedor a la que, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado.

Hoy, insisto, no importa el fichaje de Xavi. Hoy tampoco importan las declaraciones de Messi. Hoy lo único que importa es un Barça que está obligado a ganar en Kiev para seguir vivo en la Champions. Y para reencontrar una pequeña parte de todo el orgullo perdido.