La hora de la verdad para Frenkie de Jong

De Jong, pieza clave en el Barça

De Jong, pieza clave en el Barça / EFE

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

Todos, incluido él mismo, esperábamos mucho más de De Jong en su primer año. Soñábamos con aquel centrocampista deslumbrante que guió al Ajax a las semifinales de la Champions con exhibiciones portentosas en el Bernabéu y en el Juventus Stadium... Pero el Ajax no es el Barça y era pedirle demasiado que en su primer año Frenkie tomara el relevo de los míticos e irrepetibles Xavi e Iniesta. Ellos también necesitaron tiempo para ser lo que fueron. Y, para empezar, la posición en el campo de De Jong no ha sido la misma, antes con Valverde y ahora con Setién, que la que estaba acostumbrado a ocupar -y le catapultó al éxito- en el Johan Cruyff Arena a las órdenes de Ten Hag o en la selección holandesa bajo el manto protector del gran Ronald Koeman.

Allí jugaba junto a otro pívote y aquí alterna esa posición en solitario con cualquiera de los dos interiores. Nada que ver...

Aprendizaje, adaptación y tiempo es lo que necesitaba un De Jong que ya no juega con sus amigos de infancia sino con los mejores del mundo, entre ellos el mejor, un Leo Messi con el que solo esporádica y tímidamente hemos vislumbrado una conexión que debe crecer de inmediato por el bien del Barça. Y es que ha llegado el momento de la verdad. Tras el batacazo en el desenlace de la Liga, en el que, por cierto, se echó en falta la presencia de un Frenkie lesionado, ya no queda otra más que jugarlo todo a la carta de la Champions. Ahí es donde las palabras, la autocrítica de De Jong, Messi y compañía se tiene que plasmar en el campo. Ya no valen medias tintas. Frenkie tiene que aparecer y, lo mismo que el resto del equipo, dar lo mejor para que Leo decida.