Himno al fútbol total

¡Pone el segundo Leo Messi! Cantada de De Gea en el doblete del argentino (ES)

¡Pone el segundo Leo Messi! Cantada de De Gea en el doblete del argentino

Rubén Uría

Rubén Uría

El que nunca aparece. En la previa, Soljskaer dijo que sus jugadores eran más altos y fuertes. Como el fútbol no entiende de centímetros ni kilos, apareció la estatura futbolística de gigante del pequeño gran hombre con el “10” a la espalda. Con su equipo sufriendo y la grada inquieta, apareció el de siempre, como siempre. Messi acomodó la pelota, tiró un caño, se fabricó el sitio, conectó su milimétrica zurda de terciopelo y eliminatoria a la saca.

El primer gol, de museo. El segundo, un regalo de De Gea. Los dos, con la firma de Messi. Después sacó a bailar a Smalling por el Camp Nou. Luego le regaló una sotana a Phil Jones. Fue Messi. Sí, el que los telepredicadores de todo a cien dicen que no aparece en los momentos importantes.

Escuela Ajax 

De toda la vida, el Ajax no es un equipo, es una escuela de fútbol. Juega como en el patio del recreo, es una sucursal del descaro y desprende la virtud más pura de este deporte: la alegría de matar o morir, pero siempre jugando con desparpajo. Para la Juve, porca miseria. Para Cristiano, también. Hizo todo lo que pudo, pero no bastó. Ahora ya no podrá presumir de sus Champions y verá las semifinales por televisión. ¿Los culpables? De Jong, De Ligt, Neres y Tadic. Solistas de alegría contagiosa y fútbol de barrio. Un equipo imperial. Uno que, por momentos, es un auténtico espectáculo. En Turín sonó un himno al fútbol total.

Ironía 

Borges sostenía que lo que más admiraba en los demás era la ironía, la capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio. Quizá por eso Guardiola, consciente de que hace años que le esperan con la recortada a la vuelta de la esquina, no quiso esperar a que le entren con los tacos por delante y tiró de ironía: “Soy un fracasado. No fui al City para ganar la Champions, sino para jugar como los últimos meses”. Dicho queda. Cuestión de ‘Pep’spectiva. Eso sí, su equipo no logra remontarle al Tottenham, la ironía dará paso a la angustia.