Heurtel y la selección española, los puntos de interés

Heurtel no jugará hasta 2020 tras la grave lesión que sufrió con Francia

Heurtel no jugará hasta 2020 tras la grave lesión que sufrió con Francia / TWITTER

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Una lesión inesperada 

Parecía que el Barça ya tenía configurada la plantilla. Nada hacía presagiar una noticia tan negativa como la grave lesión de Heurtel. Un percance de larga duración que, de momento, no ha tenido respuesta en forma de fichaje por parte del ‘staff’ blaugrana. 

Es cierto que en pleno agosto, con mucha gente de vacaciones, todo se relativiza un poco. Sin embargo, el período de recuperación, cinco meses como mínimo. Día a día constatamos que todos los equipos se van reforzando y cada vez parecen quedar menos jugadores libres a quienes poder incorporar. 

La sensación es que el Barça debería fichar un sustituto a Heurtel. Se perderá más de la mitad de las fases regulares de la Euroliga y la ACB. Y veremos cuándo estará en plena forma para rendir al máximo.

El Madrid ha incorporado a Laprovittola y ha renovado a Campazzo, quienes completarán una tripleta de bases de gran nivel junto a Llull. En estos momentos, el Barça tan sólo tiene a Pangos. Y no veo ni a Ribas ni a Higgins haciendo de directores de juego. Tampoco tengo claro que un jugador del Barça B pueda asumir ese reto. Por tanto…

Seguir entre los 'grandes' 

La selección sigue su puesta a punto. De hecho, sus amistosos son la referencia del básquet del verano. El reto de los de Scariolo en el Mundial es seguir optando a las medallas. Pese a las bajas (todas las selecciones las tienen), el nivel del equipo es muy alto. 

Han perdido contra Estados Unidos en un amistoso, pero en China podrán dar batalla a un equipo americano que ha configurado un conjunto sin sus grandes estrellas, pero muy físico y competitivo. El déficit de este torneo es que se inicia muy tarde en el calendario. 

Por ejemplo, el fútbol ya ha disputado su primera jornada liguera. Ello implica problemas en todos los niveles. Hace que los clubs con jugadores en la selección no puedan entrenarse juntos hasta poco antes de iniciarse la temporada. También provoca que el calendario sea muy apretado y, por descontado, afecta a unos aficionados que se ven privados de ver a sus equipos durante demasiados meses.