No hay quien supla a Suárez y Messi

Leo Messi

Leo Messi / VALENTÍ ENRICH

Albert Masnou

Albert Masnou

Ernesto Valverde restó trascendencia al dilema del Barça con la contratación de un delantero centro ("No me genera frustración, sé que el club está trabajando en posibilidades, ya veremos... No es tan sencillo como parece", dijo) y se sacó de encima la responsabilidad de la marcha de Munir ("Es una decisión de club"). El técnico empezó la temporada con seis delanteros en la plantilla de los cuales Malcom -a tenor de sus participaciones- no le sirve y a Munir -que ya se sabía a inicio de curso que acababa su contrato el 30 de junio- le invitó a no jugar más y acabó siendo traspasado al Sevilla. Valverde tiene a los intocables Messi y Suárez y a las opciones Dembélé y Coutinho.

Menos opciones que en ninguna otra línea del campo porque, además, otro jugador que podía adaptar a esta posición se ha quedado por el camino, Rafinha.

Cuatro jugadores para intentar el asalto a las tres competiciones es una locura por lo que, a pie cambiado, el Barça busca a un jugador que pueda ocupar el vacío que hay. Y cuidado que nadie descarta la venta de Malcom si llegase una oferta de China.  El mercado de invierno debe ser una oportunidad para retocar algunas deficiencias de la plantilla o para encontrar opciones a largo plazo, pero con el paso de los años este mercado cada vez adquiere mayor trascendencia.

Cambios

De aquí a fichar a un crack va mucho. El Barça no tiene plan B para Messi y Suárez. ¿Es críticable? No. Suplir a estos dos jugadores no es tarea fácil. Cada equipo tiene sus hombres franquicias y Suárez y Messi lo son para el Barça.

El Madrid, sin ir más lejos, ha estado buscando en este mercado de invierno a un jugador que le garantizase los goles que le faltan sin llegar a encontrarlo, por lo que, como el Barça, deberá mirar para adelante sin la opción de tener a un jugador de garantías por si sale alguna emergencia. El Tottenham, por ejemplo, ha perdido a Kane y no tiene a nadie que le mantenga a flote. Es un riesgo que hay que asumir. El Barça debe morir esta temporada con Suárez y Messi. No tiene otra opción. Dosificarlos en la Copa es clave para que no corran peligro para la Liga de Campeones.