No hay que tapar el sol con un dedo

Leo Messi ha enviado un remate a la madera en el Leganés - FC Barcelona

Leo Messi ha enviado un remate a la madera en el Leganés - FC Barcelona / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Les podría contar en tiempo real lo que estoy viviendo pero me niego a cubrirle las vergüenzas a los que hoy merecen la crítica. Que en el momento que pongo el punto final a este artículo esté perdiendo el Real Madrid ante el Sevilla por tres goles a cero, no lo voy a utilizar como dedo para tapar al sol. En este caso, a un ‘lunazo’ -que diría mi amiga esotérica- del Barça de los que pasarán a la historia. Y espero, desde el corazón lo digo, que pase lo más desapercibido posible. Pero a mí me pagan en este diario para escribir también desde la razón, por lo que la derrota del FC Barcelona ante el Leganés es algo más que un lunar: es la explosión de un sarpullido que viene de atrás.

Del equipo de Valverde solo salvo a Ter Stegen. Y gracias. En Butarque se habían encomendado a todos los santos y a los del día, San Cosme y San Damián, ya les pueden poner imagen y cepillo en la entrada del estadio. A ellos y a un equipo liderado por un entrenador que como jugador pasó sin pena ni gloria por el Barça y que ya puede poner una muesca de oro en su curriculum.

Sin querer quitarle mérito al equipo ‘pepinero’, la verdad es que el azulgrana fue un desastre. Errores defensivos de bulto, actitud bajo mínimos, derrotados casi desde el primer minuto, apáticos y, para mayor desgracia, otro disparo de Messi a la cruceta. Las rotaciones de Valverde, poco amigo de aventuras, no funcionaron. De hecho, nada. La doble intervención de Cuéllar, magistral, torpedeó las pocas esperanzas del Barça. Y como dijo Sergi Roberto al final del partido, “dos goles en dos minutos es que algo hemos hecho muy mal”. 

Cierro este artículo a las 22.45. Sigue el 3-0 en el Sánchez Pizjuán y el mal cuerpo en el barcelonismo. San Cosme y San Damián eran médicos, además de santos. Para sanar este dolor hay que revisar los apuntes y ganar al Athletic y al Totenham. Los rezos los dejamos para las cofradías del clavo ardiendo y demás. Dicen que no hay mal que cien años dure. Esperemos que sean menos.