Hay que evacuar a Riqui Puig de la Segunda B

Riqui Puig volvió a ser noticia este sábado por otra entrada violenta

Riqui Puig solo piensa en blaugrana

Riqui Puig solo piensa en blaugrana / DAVID RAMÍREZ

Ernest Folch

Ernest Folch

Riqui Puig volvió a ser noticia este sábado por otra entrada violenta sufrida y protagonizada por un jugador del Llagostera, que se lanzó a por el jugador del Barça por detrás, al que cazó con toda la mala intención del mundo. Estamos ante un escándalo mayúsculo, puesto que no se trata de un hecho aislado: en la jornada anterior, también al final del partido, dos jugadores del Orihuela protagonizaron otra entrada salvaje al canterano del Barça, y también con nocturnidad, rabia y total impunidad.

Son simplemente dos ejemplos de la cacería mayor que Riqui está sufriendo este año en Segunda B, y de la que puede hacerse un retrato robot: son siempre entradas gratuitas, sin justificación alguna, que van a hacer daño y que además cuentan con una asombrosa pasividad arbitral. Si Riqui es víctima de estas agresiones es esencialmente porque los árbitros lo permiten. Hay quien dice que este tipo de violencia es estructural en una categoría como la Segunda B, calificada de muy dura por los futbolistas que han tenido que pasar por ella alguna vez en su vida. Puede ser. Pero no pudiendo retirarse de la competición, al menos el Barça debería plantearse evacuar a Riqui Puig de esta categoría, para mandarlo o bien al primer equipo o bien a un equipo de Primera División por supuesto como cedido y con la voluntad de repescarle lo antes posible.

Riqui es una de las joyas de la cantera blaugrana, y no solo hay que protegerle y alejarlo de esta cacería de la cual es objeto: además hay que tener un plan para él y su futuro inmediato. Lo que no tiene sentido es que siga arriesgando sus piernas a costa de una categoría y unos campos en los que lo mejor que le puede pasar es perder una pierna y arruinar su porvenir. Ahora mucha gente se pondrá las manos a la cabeza y clamará contra estas entradas. Es demasiado tarde, haberlo pensado antes. Riqui debe marcharse de la Segunda B y encontrar un nuevo destino donde esté a salvo.