No hay que dramatizar con Griezmann y Dembélé

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César L. Menotti

César L. Menotti

Griezmann o Dembélé. Gran dilema para cualquier entrenador. El francés es un jugador de área, de la zona de definición, un futbolista de buena técnica. Pero en Dembélé se perciben cosas muy diferentes, un tipo distinto en el que destaca un cambio de velocidad fuera de lo común. El tema es desvelar qué jugador salta al campo, dónde se ubica y quién le rodea en cada partido. 

Repito que son futbolistas distintos y entiendo que la demarcación de Griezmann ha generado debate. Su ubicación es complicada en un sistema como el del Barça, porque él siempre ha jugado retrasado,  encajado en equipos que juegan achicando para atrás. Ahora, en el Barça, se le espera, y eso tampoco le ayuda.

Al no jugar de punta nato, Dembélé es un jugador que se desenvuelve por afuera, con mucha mayor libertad y con el único problema de encontrar los espacios necesarios.

Son dos cracks

Depende de cómo Valverde quiera jugar, de entrada eso me parece lo más importante , ahí tenemos a dos cracks, dos buenos jugadores, y en esa primera elección uno no se puede equivocar. En lo que sí se puede errar es en el desarrollo a posteriori del juego

Respecto al rendimiento, lo fundamental en estos momentos  es no dudar sobre una exigencia de compromiso innegociable con la plantilla y el proyecto.

Durante el desarrollo de la temporada, hay modificaciones técnicas y mentales que afectan a las prestaciones individuales y de conjunto. Por ejemplo, a día de hoy, el Barça tiene futbolistas que aún no jugando bien definen los partidos y permiten seguir líderes tanto en la Liga como en la Liga de Campeones.

Hay tiempo

Aún hay tiempo para casi todo. Desde mi punto de vista, lo que el Barcelona necesita es recuperar las formas. Nadie puede discutir la calidad de Griezmann o Dembélé, lo que sí es necesario entender es que la mejor elección siempre es la del entrenador, es el que mejor conoce las interioridades del vestuario.

Algunos hablan de suerte en este arranque de competición, pues bien, también hay que aprovecharla, aunque no es bueno quedarse solo con el resultado sin tener en cuenta el merecimiento que se hizo en cada juego. 

No me cabe ninguna duda que los primeros que no están conformes con el rendimiento y sus prestaciones son los propios jugadores. Pero esta percepción creo que excede el debate generado alrededor de las figuras de Griezmann o Dembélé. Se está a tiempo y no conviene dramatizar en exceso.