No hay espacio para Griezmann

Antoine Griezmann, jugador del Atlético

Antoine Griezmann, jugador del Atlético / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

Ha tardado muy poco en arrepentirse de su decisión, ese show que montó a través de una empresa de Piqué para desvelar qué iba a pasar con su futuro. Antoine Griezmann decidió quedarse en el Atlético, rechazando la opción del Barça. La opción en sí era totalmente válida y entendible pero todo el dispositivo sobraba. Esta manera de usar el Barcelona para promocionarse no es de recibo y los encuestas demuestran la poca aceptación que hoy tendría un fichaje de estas características. Además, cuando se supo que Griezmann decidió quedarse, el club azulgrana respiró tranquilo porque era una locura económica. Y no por lo que hace respecto a la transferencia, sino al salario. Griezmann acabó ganando el Mundial siendo una de las estrellas del torneo, aportando madurez a un equipo lleno de jóvenes estrellas.

el presente

El Barcelona continuó con su vida y nunca ha echado de menos la decisión que tomó el francés porque, además, su temporada en el Atlético ha dejado mucho que desear. No ha estado al nivel de otras temporadas.

Si el Barça, o al menos una parte, ha tomado la decisión de no aceptar la vuelta de canteranos que en su día dejaron la entidad buscando un futuro mejor o un mejor contrato; el club debería hacer lo mismo con jugadores que, de alguna manera u otra, le han utilizado. Léase Neymar o Griezmann. El mundo del fútbol está lleno de buenos jugadores que son capaces de llenar el vacío que dejan los que se retiran o se van. Miren Arthur, Lenglet o el mismo Vidal que han llenado un vacío sin necesidad de pagar una millonada.