Nos han robado la cartera sin saber que estábamos arruinados

Bartomeu, ex presidente del FC Barcelona

Bartomeu, ex presidente del FC Barcelona / EFE

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Vamos a explicar claro los males del Barça. El gran problema no es el equipo, sino el club. Es mucho más grave la situación económica que la situación deportiva. Hay que priorizar la reconstrucción de la entidad antes que pensar en fichajes ya que es urgente afrontar un plan financiero que dé estabilidad y tenga sostenibilidad.

Esta es la conclusión que sacamos de la rueda de prensa de Ferran Reverter. La herencia es tan ruinosa que no permite sueños imposibles. Lo primero es poner orden en la casa, admitiendo que los resultados deportivos de la temporada estarán marcados por la herencia recibida, por la situación de quiebra que dejó la directiva de Bartomeu.

Más que nunca es necesario tocar con los pies en el suelo. La realidad es cruel y dura, las expectativas limitadas, el futuro complicado. Hay que olvidarse de ganar la Champions, de realizar fichajes millonarios. Paciencia. A día de hoy el Barça no puede competir al máximo nivel. Triste realidad.

Nos han robado la cartera sin saber que estábamos arruinados. En consecuencia el club estará en manos de los bancos durante varios años. El director general del Barça abrió los ojos a todos con una radiografía que pone a la luz un club desnudo económicamente hablando. El escáner fue demoledor, el retrato de la realidad explica algunas decisiones de la junta actual.

La marcha de Messi parece ahora una decisión económica de obligado cumplimiento. Fue un sacrificio imprescindible para reducir la masa salarial, de lo contrario no se podían inscribir los fichajes que llegaron con la baja en el bolsillo. No se puede ser pobre y querer vivir como un rico.

Durante demasiado tiempo se estiró más el brazo que la manga. Las consecuencias ahí están. Presumíamos de ser el club que más facturaba del mundo y ahora somos el que tiene la deuda más grande. Una caída en picado producto de malas decisiones, pésima gestión y descontrol. Parece el guion de una película de terror.

A partir de aquí se abre una nueva etapa con un equipo directivo dispuesto a arreglar la situación y construir un futuro sólido. Joan Laporta ha encontrado en Reverter el contrapunto necesario.

La ilusión y experiencia del presidente se complementa con la solidez profesional y rigor económico del CEO. El próximo paso será sacar adelante una Asamblea que debe modificar los estatutos para que la nueva junta no tenga que pagar con sus avales deudas anteriores. Más adelante se conocerá la auditoría forensic. En función de las pruebas que se obtengan, se tomarán decisiones jurídicas que pueden terminar ante la justicia.