¡Hagan caso a Luis Suárez, por favor!

En las horas previas al clásico, ha saltado a la palestra Luis Suárez, actualmente en ‘boxes’ recuperándose de su operación de menisco. Deliciosas sus declaraciones a la emisora de radio RAC1, porque siempre es sano y reconfortante que alguien que está en la cocina explique lo que pasa en su interior. El uruguayo se alinea con su amigo Leo Messi. Arruga el hocico a la hora de hablar de los últimos resultados en la Champions League, dejando entrever que hay otros equipos que tienen más banquillo que el Barça. Y tiene más razón que un santo.También la tiene cuando afirma que al equipo le falta una marcha más en los partidos y que, en general, debería jugar más rápido y presionar de forma más armónica.

Un análisis impecable y una evidencia de lo que todo el barcelonista está viendo desde fuera. Entonces, ¿por qué el equipo tropieza siempre en la misma piedra? La plantilla ya no la podrán cambiar, aunque sí mejorar cuando regresen el propio Luis Suárez, Jordi Alba y Sergi Roberto. Lo esencial es que el Barça, ahora bajo la batuta de Quique Setién, no convierta los partidos en una insufrible siesta y juegue con esa marcha más y esa velocidad que demanda Luis Suárez. 

Mañana, en el clásico, será la hora, una vez más, de comprobar si el equipo sigue anclado en esa idea de adormecer a los rivales o si decidirá ir a por el partido como viene haciendo en los últimos años en el Bernabéu. El Real Madrid, seguro, jugará con la máxima velocidad que le permitan sus piernas, con una presión muy alta e intentando anticiparse a todos los balones. Están heridos en su amor propio y saben que una victoria ante el Barça sería la mejor solución para resucitar. Un clásico donde el Barça tiene que dar una buena imagen. ¡Hagan caso a Luis Suárez!