Algo habrá que hacer con Riqui

Riqui Puig tampoco está teniendo las oportunidades esperadas con Xavi

Riqui Puig tampoco está teniendo las oportunidades esperadas con Xavi / JAVI FERRANDIZ

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Riqui Puig es uno de estos canteranos que genera muchas expectativas entre los aficionados, sobre todo a los que acuden asiduamente a los partidos de los equipos inferiores. Riqui era un chico con un especial atractivo, consecuencia de su fútbol técnico y brillante. Puro ADN Barça, se decía. Pero en el primer equipo, las cosas han sido distintas. No ha aprovechado las oportunidades que ha tenido y no es cosa de un entrenador, sino de cuatro, Valverde, Setién, Koeman y Xavi. Especialmente significativo es que Xavi, un técnico con una visión del fútbol que debería ser ideal para sus condiciones, tampoco cuente con él. 355 minutos esta temporada, una miseria que debe hacerle recapacitar. Riqui va camino de los veintitrés años y ha visto cómo le pasaban como una exhalación jugadores de diecisiete y dieciocho años, Pedri, Gavi, que incluso ya se han asentado en la selección. Con Nico y De Jong, no tiene sitio en el centro del campo. Algo habrá que hacer.

NECESITA JUGAR

Ha llegado el momento de que Barça y jugador se planteen la situación. Riqui necesita jugar y de la misma manera que es plausible su confianza en sí mismo para quedarse y demostrar su valía, no es demasiado inteligente no hacer nada para cambiar las cosas. Ahora mismo corre el riesgo de estancar su carrera y quedarse en eterna promesa. Sin ir más lejos, su cotización ha pasado de veinticinco millones a nueve y sigue bajando. ¡Y lo que bajará si no juega! En este escenario, lo mejor es una cesión a un equipo con aspiraciones en su Liga que le permita mantener la exigencia deportiva que hay en el Barça. Tal vez un equipo inglés, para que mejore la intensidad y el juego físico que dicen que le falta... Una cesión, sin duda, significaría que el Barça no quiere perder este talento, una muestra de confianza para el jugador, que podría potenciarse con una renovación, puesto que acaba contrato en el 2023. Un traspaso con opción de recompra sería otra solución ya que, insisto, tampoco el Barcelona debería prescindir alegremente de él. Lo dicho: algo habrá que hacer... Seguir así, es perder tiempo y dinero.

La clave: si no juega, Riqui corre el riesgo de estancar su carrera y quedarse como una eterna promesa.