'Guiris' sin camiseta en Mallorca

Contra Giraldo

Contra Giraldo / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

En el verano de 1986, el vestuario del Barça hablaba más inglés que catalán o castellano. El entrenador, Terry Venables, había pedido el fichaje de Gary Lineker, máximo goleador del Mundial, y de Mark Hughes, galés procedente del Manchester United. Fieles al estilo ‘guiri’, ni Hughes ni Lineker llevaban camiseta aquella tarde en Mallorca, donde el Barça iba a jugar el trofeo ‘Ciutat de Palma’. Había expectación por conocer las prestaciones de ambos: Lineker -atento al periódico y rodeado por el doctor Baños, Pedraza y Urbano- ya había demostrado su capacidad goleadora en el Mundial, pero con Hughes había más dudas.

Tocaba sentarse con él y entrevistarlo en profundidad. “Me considero un tipo tranquilo, aunque a quién no le gusta una buena juerga de vez en cuando”, confesaba en SPORT. Hughes acababa de comprarse un equipo de alta fidelidad en Andorra para escuchar a sus grupos favoritos, ‘The Jam’ y ‘U2’. También buscaba un campo de golf para practicar su ‘swing’, aunque cabe imaginar que no le dedicó tantas horas como años después haría su paisano Gareth Bale.

Hughes no tuvo suerte en su etapa azulgrana: solo jugó una temporada, en la que marcó cinco goles. Se fue cedido al Bayern y después regresó al United. En 1991, dos goles suyos en la final de la Recopa dejaron sin título al Barça. Años después explicó que su paso por el club fue caótico. “Llegué solo, acababa de conocer a mi novia y me resultó difícil separarme de ella. Ahora los jugadores tienen ayuda para todo, pero yo no hablaba el idioma y ni siquiera tenía coche”.