Guerra por el dinero del fútbol

Agnelli (izquierda) sucedió a Rummenigge al frente de la ECA

Agnelli (izquierda) sucedió a Rummenigge al frente de la ECA / EFE

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Para entender la guerra económica que viene en el mundo del fútbol hay que destacar de entrada que los clubs europeos se han unido y están dispuestos a plantar cara a la UEFA y a la FIFA para defender sus intereses. El ordeno y mando de las antiguas Federaciones ya no funciona, los clubs son los propietarios del negocio y han creado una plataforma profesional para que les represente. Así ha nacido la ECA, la Asociación Europea de Clubs, formada por 232 clubs y dirigida por el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli. El pasado martes celebraron en Amsterdam asamblea general don dos puntos en el orden del día, la Súper Champions que arrancará el 2024 y el proyecto de Infantino de organizar un nuevo Mundial de Clubs a partir del 2021.

A partir de ahora la ECA va a tomar protagonismo. Lo que diga FIFA y UEFA ya no va a misa y los cambios deben nacer del consenso. Los clubs se han cansado de ser los pagamos y que las federaciones se lleven una parte generosa del negocio. Entienden que en el siglo XXI el deporte profesional no se puede regir por los parámetros del pasado, máxime cuando FIFA y UEFA demostraron su incompetencia con sonados casos de corrupción que costaron el cargo a Blatter y Platini. Los clubs quieren dominar el control económico del negocio del fútbol donde se han disparado con los derechos de televisión y la explotación digital.

Para entender el movimiento que viene en el fútbol, el cambio de gestión que reclaman los clubs, sirvan unos cuantos ejemplos de lo que ha sucedido en otros deportes donde asociaciones profesionales han suplantado a las federaciones. En la Fórmula 1 no decide el reglamento la Federación Internacional sino la FOCA, la asociación de escuderías. El Mundial de Moto GP lo organiza DORNA, no la FIA (Federación Internacional de Motociclismo). En el mundo del tenis quien manda es la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) y lo mismo pasa en el golf donde la PGA marca el calendario y elige los torneos. En un futuro inmediato la ECA quiere asumir este papel en el fútbol europeo, renovar y potenciar las competiciones para mejorar la viabilidad económica de los clubs. Quien tiene los estadios, paga a los jugadores y fomenta las aficiones, no puede dejar que el negocio se le escape de las manos. La ECA ha llegado para quedarse aunque vaya en detrimento del poder que hasta ahora tenían las intocables UEFA y FIFA.

La Champions ha sido una competición modelo durante muchos años. Pero el formato actual parece agotado y así lo demuestran las audiencias de televisión que han dejado de crecer. La fase de grupos es previsible y apenas tiene interés. Comienzan a surgir opiniones para que las eliminatorias decisivas, a partir de cuartos de final, se jueguen los fines de semana para potenciar la competición. Una posibilidad a la que se opone la Asociación de Ligas Europeas ya que consideran que relegar las ligas nacionales a los miércoles sería demoledor. La ECA trabaja en un proyecto a cinco años vista, 2024, con una Súper Champions de 32 equipos que generaría muchos más ingresos a los clubs participantes.

CUANDO LO MEJOR ES SUMAR, ALGUNOS PREFIEREN DIVIDIR

Por desgracia, en el fútbol actual están mas de moda las guerras que los pactos. Cuando lo mejor siempre es sumar, algunos prefieren dividir. A nivel nacional es evidente que Federación y Liga van por caminos divergentes, prueba de ello es la diferencia de criterio entre Rubiales y Tebas que les lleva a notables encontronazos. El caso se repite a nivel internacional, FIFA y UEFA parecen rivales, hacen su guerra particular hasta el punto de que Infantino y Ceferin ni se hablan. En estas circunstancias la política deportiva de los grandes clubs no es fácil y el Barça vive la situación con prudencia y mano izquierda. Josep Maria Bartomeu estuvo en la asamblea de la ECA al frente de una representación blaugrana. Apuestan por potenciar la Champions aunque no ven claro de momento que sea a costa de relegar la Liga a los miércoles ya que la Liga genera  mayores ingresos por televisión que la competición europea.

El otro gran tema es el futuro Mundial de Clubs que la FIFA aprobó en la asamblea de Miami en contra de la UEFA que lo considera una competencia desleal y una intromisión en los planes de los clubs. El torneo, con 24 equipos, se celebraría cada cuatro años y enterraría el caduco Mundialito. El Barça lo apoyará siempre y cuando sea una fuente de nuevos ingresos que asegure crecimiento económico. Bartomeu tiene claro que el Barça tiene que jugar todas las cartas para ser un club de vanguardia.