Guardiola y Simeone ante el coronavirus

Simeone sonríe durante la rueda de prensa previa al duelo de Liverpool

Simeone sonríe durante la rueda de prensa previa al duelo de Liverpool / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Ayer, el Valencia-Atalanta de Champions y el aplazado Eibar-Real Sociedad de Liga ya se disputaron a puerta cerrada. Hoy serán otros encuentros; el fin de semana, toda la Liga, el próximo miércoles, el Barça-Nápoles, el siguiente fin de semana, otra vez la jornada de Liga entera. Y por supuesto, no solo el fútbol, todo el deporte español cerrará las puertas de sus recintos como medida preventiva contra el coronavirus. Esto, de momento. Miren en Italia, empezaron cerrando puertas y han acabado con aplazamientos de competiciones. La situación es grave y las autoridades van tomando decisiones según las nuevas necesidades que surjan. Nadie sabe cómo acabará esto, Dios quiera que sea pronto y bien. Y precisamente por eso, me pregunto si no sería mejor, en el ámbito deportivo que nos ocupa, atacar directamente el problema sin perder tiempo en medias tintas. Por la problemática sanitaria pero también por las propias circunstancias deportivas, sin duda es mucho mejor aplazar partidos que cerrar estadios.

Protección para todos

Por un lado, el más importante, está la salud. Pues bien, únicamente aplazando se protegerá a todo el mundo. Cerrando puertas se deja a los jugadores, técnicos, árbitros, directivos, auxiliares, personal de organización... expuestos al contagio. El miércoles, por ejemplo, viene el Nápoles al Camp Nou. De acuerdo, no serán 5.000 aficionados italianos, pero sí un casi un centenar de personas que llegan de una zona muy afectada. Se minimizan riesgos, pero no se evitan, que es de lo que se trata. Por otra parte, están las particularidades deportivas. Creo que nada mejor que las palabras de Guardiola y Simeone para exponer la realidad. Dice Pep: “prefiero no jugar que hacerlo sin gente”. Y dice el Cholo: “ojalá se juegue con gente, hacerlo a puerta cerrada sería injusto para el Liverpool”. Exacto. Por un lado, el fútbol no tiene sentido sin los aficionados. Y por otro, quizá más importante todavía, toda competición ha de salvaguardar la igualdad de condiciones entre los participantes. Sin ningún género de dudas, la competición se adultera. Lo dicen Guardiola y Simeone, nada más y nada menos. Sería bueno escucharles.