Guardiola escala el muro

Los jugadores del City celebran el gol de Mahrez

Los jugadores del City celebran el gol de Mahrez / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

GUARDIOLA ESCALA EL MURO. Palabra de Pep: “A veces hay clubes que tienen que romper una barrera, como la nuestra en cuartos, y creo que este grupo lo conseguirá”. Dicho y hecho. El City cruzó el Rubicón maldito de cuartos, superó el escollo amarillo y dejó sin premio al peligro Haaland, el primo de Zumosol noruego. Tras caer ante Mónaco, Liverpool, Tottenham y Lyon, a la cuarta fue la vencida y con los goles de Mahrez y Foden, Guardiola disputará su primera semifinal desde que aterrizó en la Premier. La ocasión es de oro: amarrada la Premier, Pep tiene en la recámara una bala de plata: ganar el título que le haría eterno para los aficionados.

SANTO GRIAL A LA VISTA. Es su competición fetiche. El Real Madrid, pese a las múltiples bajas y la fatiga acumulada, está en semifinales. Zidane y su tropa vuelven a tener la Champions a tiro y están a sólo tres pasos de conquistar, por decimocuarta ocasión, el santo grial madridista. Sin el rugir de Anfield, con ‘The Kop’ vacío y con un el rival obligado a escalar el Everest, el Liverpool se condenó por su falta de pegada. Negado de cara a gol, a la calle. Courtois echó el candado y el resto fue puro oficio blanco. Cuestionado y vituperado, Zidane ha vuelto a hacerlo: ha levantado del suelo a un equipo que no parecía campeón y ha convencido a sus jugadores de que lo pueden ser. Lo del Madrid y la Champions es la historia interminable.

 

LA VENGANZA DE NEYMAR. Eliminatoria memorable, revancha de Lisboa y exhibición de Neymar. Liderado por el brasileño, el PSG se sacó la espina del Bayern, al que le sobraron bajas y faltó pegada. Neymar, majestuoso, fue cuchillo en mantequilla. Y el Bayern, hasta ahora de acero, se agrieta, pasando del sextete a la crisis. El vestuario se ha roto, Hansi Flick podría abandonar el banquillo para dirigir a la selección alemana, Salihamdizic está en la picota, Alaba y Boateng no seguirán y otros pueden cambiar de aires. La venganza es un plato que se sirve frío.