Griezmann o Dembélé, esta es la cuestión

La sorprendente colaboración entre Griezmann y Yu-Gi-Oh: el francés es un gran fan de la saga

La sorprendente colaboración entre Griezmann y Yu-Gi-Oh: el francés es un gran fan de la saga / Google

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Depay está al caer y Agüero ya es azulgrana desde hace días, con lo que la nómina de delanteros empieza a estar hinchada. Braithwaite y Trincao tienen todos los números para salir, pero aún así, y dando por hecha la continuidad de Messi, hay seis jugadores para tres puestos: Messi, Griezmann, Dembélé, Agüero, Depay y Ansu Fati. Todos futbolistas de elite, el mejor del mundo, la mejor promesa, dos fichajes recientes que, lógicamente van a contar mucho para el entrenador y dos de los fichajes más caros de la historia del club. Mucho es y, sobre todo, es muy caro. La lógica indica que no tiene sentido mantener a dos de los mejores pagados de la plantilla que no tienen, ni mucho menos, su puesto asegurado. Me refiero, claro, a Griezmann y Dembélé. Así que traspasar a uno de los dos sería el mejor negocio posible, primero para aligerar nómina y, segundo, para coger cash ante una posible oportunidad de mercado.

LA EUROCOPA. No será fácil por lo que cobran y por lo que se han devaluado. En este sentido, la Eurocopa puede jugar a favor del Barça. Francia es la gran favorita para adjudicarse el título y disponer de dos jugadores campeones del mundo y de Europa sería una carta ganadora a la hora de negociar. Veremos lo que ocurre de ahora en adelante, pero lo cierto es que Dembélé solo jugó dos minutos en el debut de los galos y Griezmann estuvo a la sombra de Mbappé y Benzema. Son dos casos distintos. Dembelé tiene solo un año de contrato y, en estas condiciones, todavía vale menos. El Barça lo sabe y por eso quiere renovarlo. Ante todo, para intentar recuperarle y que suba de nuevo su cotización, pero también porque es un perfil de jugador de los que hay muy pocos, rápido, desequilibrante, ambidiestro, agitador... Eso sí, hay que tener muy claro que tiene la sartén por el mango y que si se niega a marchar, poca cosa se podrá hacer para evitar que se vaya gratis dentro de un año. Griezmann, por su parte, es víctima del pecado original con el que se le fichó: juega en la posición de Messi y ahora aún tendrá mas competencia. Si llegase una buena oferta y se renovara a Dembélé, sería un buen traspaso. Hay que esperar, pero no mucho. Es la gran decisión del verano.