Griezmann deberá adaptarse al Barça, no al revés

griezman

griezman / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

El fichaje de Griezmann por el Barça ha generado tanto ruido que, debajo de todas las polémicas, ha quedado enterrada en un segundo plano la cuestión más importante: ¿dónde jugará? La respuesta ni es fácil ni es simple, pero de entrada es evidente que el jugador francés es una petición directa de Valverde, que ya lo quería hace una temporada cuando decidió quedarse en el Atlético. La polivalencia de Griezmann lo hace apto para jugar en diversas posiciones, aunque todas ellas tienen algun “pero”.

Puede jugar de extremo derecho, pero es donde ha jugado menos veces y parece la más improbable. Puede jugar de extremo izquierdo, pero sería una zona ocupada por Coutinho (si no se va) y por Neymar (si termina fichando). Puede jugar de ‘9’, pero ni es un goleador puro ni parece que pueda discutirle todavía el puesto a Suárez en partidos importantes. Y hasta puede jugar de falso nueve, pero este rol solo parece posible en los partidos en los que no juege Messi. Queda una última posibilidad, que sería de volante izquierdo, pero hoy parece solo una opción remota para partidos muy puntuales. 

COUTINHO COMO ADVERTENCIA

Cabe recordar ahora que Coutinho llegaba para sustituir a Iniesta, nunca se encontró cómodo en este rol, y cuando empezó a jugar de punta tampoco cuajó. El ejemplo de Coutinho vale para volver a poner encima de la mesa, una vez más, que el Barça es un cuerpo muy complejo y delicado, que a veces rechaza órganos externos de primer nivel que han demostrado su calidad en otros grandes equipos.

No fue ninguna casualidad, por ejemplo, que en su día fracasara una estrella mundial como Ibrahimovic. Porque el Barça no juega al “fútbol” sino a otro deporte que se llama “fútbol del Barça”, y que poco o nada tiene que ver con el primero. Dicho de otra manera: tendrá que ser Griezmann el que se adapte al Barça, y no al revés