Griezmann es cosa de Valverde

Anotine Griezmann será el atacante más adelantadao del Barça ante el Slavia Praga

Anotine Griezmann será el atacante más adelantadao del Barça ante el Slavia Praga / VALENTÍ ENRICH

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Llevamos ya un tercio de temporada y eso del rodaje, el encaje y la adaptación ya no cuela. Si en el fútbol profesional, jugadores que cuestan una millonada aún no está rodados, encajados y adaptados a un equipo o a un sistema táctico en el mes de noviembre, es que o no son tan buenos o el entrenador no les sabe sacar lo mejor de sí. En el Barça estamos ante un caso de los gordos. Griezmann, 120 millones oficiales, contrastado goleador en el Atlético y, por lo tanto, conocedor de la Liga española, figura de la selección campeona del mundo... A priori, un fichaje de éxito asegurado. Y, sin embargo, no lo es, más bien todo contrario. 

CULPABLES

¿Quién tiene la culpa? En su caso hay que apuntar al entrenador, que fue el que lo pidió dos veces, la primera que terminó con la negativa del jugador y toda la polémica con el documental made in Piqué que fue mayoritariamente considerado como un desprecio, y la segunda, ya con la afición de uñas por lo sucedido un año antes. Valverde quería a Griezmann y ya lo tiene. Y su responsabilidad sobre el rendimiento del jugador es mucho mayor que en cualquier otro caso porque ha tenido año y medio para pensar cómo y dónde le haría jugar. No había que tener dos mil masters en dirección deportiva para sospechar del hecho de que el francés se mueve con mayor eficacia por el sector que ocupa Messi.

Entendemos que Valverde debería tener la solución, pero once partidos de Liga y cuatro de Champions después, nos encontramos a un Griezmann castigado en el flanco izquierdo del ataque sin la más mínima conexión con los dos líderes del tridente, Messi y Suárez. Pero es que cuando Suárez no ha jugado, como el martes ante el Slavia, Valverde ha preferido a Messi e incluso Arturo Vidal como falsos “9” en detrimento suyo, que siguió atado a la izquierda. El caso es tan grave, que ya empiezan a surgir voces que hablan de un boicot de sus compañeros, especialmente de Messi. No lo creo, su problema es más bien táctico, de un entrenador que antes de ficharle debería saber para qué quería ficharle. Y parece que no lo sabía...